Desde Nueva York

La crisis en relación con Irán escaló ayer después de que los líderes de Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia acusaran al régimen de Teherán de operar una planta secreta de enriquecimiento de uranio enterrada profundamente en un bunker en la montaña, cerca de la antigua ciudad religiosa de Qom. Barack Obama dijo que la actividad de Irán era un “directo de-safío” a la comunidad internacional.

La acusación se dio a conocer en una extraordinaria declaración conjunta del presidente de Estados Unidos, flanqueado por el primer ministro británico, Gordon Brown, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, antes de comenzar la cumbre económica del G-20 en Pittsburgh.

Irán había insistido previamente que su planta de Natanz, que está abierta a la inspección internacional, era la única involucrada en enriquecimiento. La nueva revelación sube la apuesta en un momento en que Israel anunciaba que los ataques militares contra Irán estaban en la mesa. Un Irán desafiante respondió no con remordimiento sino con una exigencia de disculpas. “Si fuera un asesor de Obama, definitivamente le aconsejaría que se refrenara de hacer esta declaración porque es un error”, dijo el presidente Mahmud Ahmadinejad en Nueva York. “Definitivamente sería un error”, le dijo a la revista Time.

Los funcionarios dijeron que la planta de Qom, a 190 kilómetros al sur de Teherán, no está operando. Pero está destinada a tener alrededor de 3000 máquinas centrifugadoras, las que podrían proveer el uranio necesario para producir una bomba atómica por año. “Irán ya tiene uranio para ir hasta el final”, dijo un diplomático occidental.

Un alto funcionario de Estados Unidos dijo que el número de centrifugadoras no podría producir suficiente uranio para que tenga sentido comercialmente. “Pero si uno quiere usar la planta para producir una pequeña cantidad de uranio enriquecido para armas, suficiente para una bomba o dos al año, es el tamaño correcto.” Hizo hincapié en que para hacer una bomba Irán todavía está lejos, pero que la planta le da más opciones.

Los funcionarios franceses dijeron que la planta secreta estaba en un área fuertemente protegida bajo el control de los Guardias Revolucionarios, leales al ayatolá Jamenei y al presidente Ahmadinejad. Aunque es desconcertante que el secreto de la planta haya sido revelado tan espectacularmente, el presidente de Irán insistió en que su gobierno actuaba conforme a las reglas de la Agencia Internacional de Energía Atómica. “Esto no quiere decir que debemos informar a la administración de Obama de cada instalación que tenemos”, dijo. El reclamo de Obama “simplemente se suma a la lista de temas por los que Estados Unidos le debe a la nación iraní una disculpa”.

Sin embargo, para Obama, la revelación reforzará el caso de sanciones más duras para Irán, si su régimen no se ciñe a los pedidos de que se detenga el enriquecimiento. También aumenta significativamente las tensiones en la víspera de conversaciones planeadas para el jueves que viene en Turquía entre el régimen y las seis potencias mundiales, incluyendo a Gran Bretaña, Estados Unidos y Rusia. “El gobierno iraní debe demostrar ahora a través de hechos sus intenciones pacíficas o ser responsable ante los niveles internacionales y la ley internacional”, dijo Obama.

Sus pares franceses y británicos mostraron aún más indignación. “El nivel de decepción que causó el gobierno iraní y la escala de lo que creemos es una ruptura de los compromisos internacionales, shockeará y enojará a toda la comunidad internacional y endurecerá nuestra resolución”, dijo Brown, añadiendo que era tiempo de trazar un límite. Continuó: “Esta es la tercera vez que han sido agarrados con las manos en la masa, no diciendo la verdad”.

Sarkozy estableció una fecha límite, diciembre, para que Irán ponga todo sobre la mesa y brinde pruebas de que no está intentando una tecnología de armas nucleares. Las nuevas sanciones podrían incluir una prohibición a la venta de petróleo refinado a Irán, lo que dañaría seriamente al régimen pero también dañaría mucho a la población.

Las agencias de la inteligencia británica jugaron una gran parte para descubrir la planta, trabajando junto con sus contrapartes francesa y estadounidense, dijeron diplomáticos. La inteligencia fue compartida con Israel, pero las fuentes británicas minimizaron la perspectiva de una acción militar: “Estamos muy lejos de eso. No tenemos interés en una operación militar contra Irán o que nadie lleve a cabo tal operación”. Mientras Ahmadinejad estaba hablando con Time, sus funcionarios en Teherán estaban reconociendo la existencia de la planta. “Para preservar sus derechos definitivos en el uso pacífico de la energía nuclear, Irán ha dado un paso exitoso y creado una planta semiindustrial para enriquecer combustible nuclear”, dijo en una declaración Ali Akbar Salehi, su jefe de la agencia de energía nuclear.

Irán insiste en que su programa de enriquecimiento es con propósitos civiles y otros países no tienen derecho a interferir. Pero los gobiernos occidentales hace tiempo que dudan de esto. Las fuentes británicas dijeron que la inteligencia en Qom específicamente sugiere que no es consistente con planes para generar electricidad. Los funcionarios de Estados Unidos dijeron que la inteligencia occidental había sabido sobre la planta de Qom hace varios meses y que Obama había sido informado sobre esto aún antes de que asumiera. Exactamente como quebraron el muro de silencio construido por Irán, no fue divulgado.

Irán mismo se enteró que Occidente sabía de la planta oculta. El lunes envió una carta críptica a la AIEA en Viena en la que hablaba por primera vez de una “planta piloto de uranio enriquecido” además de la de Natanz. Añadía que más información sería dada a la agencia en el debido tiempo.

Todo este drama fuera de la escena se desarrollaba justo cuando los líderes del mundo se reunían por primera vez para la Asamblea General de la ONU en Nueva York y luego en Pittsburgh para la cumbre del G-20. Ahmadinejad canceló anoche una conferencia de prensa que pensaba dar en la ONU.

El presidente ruso, Dmitri Medvedev, anunció que Moscú abandonaba su oposición a nuevas sanciones contra Irán. El cambio fue atribuido a la decisión de Obama de hace una semana de renunciar al escudo antimisil de Estados Unidos en Europa oriental. Pero los diplomáticos dicen que la información sobre Qom había sido compartida con Rusia y China, posiblemente cambiando la ecuación.

Las revelaciones complican considerablemente la agenda para las conversaciones del jueves frente a frente. Obama había dicho que quería que Irán ofreciera evidencia para entonces de que estaba cumpliendo con las resoluciones de la ONU y que estaba listo a suspender el enriquecimiento. Ahora es probable un período adicional de demora, ya que la AIEA comienza la tarea de recoger información de Teherán sobre el estatus de Qom.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

Traducción: Celita Doyhambéhère.