EL MUNDO › CON VOTOS EN CONTRA DE BRASIL Y TURQUíA Y A FAVOR DE CHINA Y RUSIA EN EL CONSEJO DE SEGURIDAD DE LA ONU

Nuevas sanciones al programa nuclear iraní

Las nuevas sanciones apuntan a las industrias manufactureras, individuales, la elite de la guardia militar y las empresas marítimas. Beijing bloqueó sanciones aún más duras. Festejo de Obama y airada reacción de Teherán.

 Por David Usborne *

Desde Nueva York

El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó ayer nuevas sanciones contra Irán que apuntaban a las industrias manufactureras, individuales, la elite de la guardia militar y las empresas marítimas. Mientras otras resoluciones más duras no obtuvieron la aprobación, especialmente por China, el voto abre el camino para los países y los bloques comerciales, incluyendo a Estados Unidos y la Unión Europea, para seguir con las medidas adicionales.

Irán reaccionó airadamente después de que doce países del Consejo de Seguridad apoyaron lo que ahora es la cuarta ronda de sanciones contra Teherán. Sólo Brasil y Turquía votaron en contra y el Líbano se abstuvo.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, hablando en la Casa Blanca, dijo que las sanciones eran un “mensaje inequívoco” a Irán de que el mundo no toleraría su continuada negativa para detener el enriquecimiento de uranio, que Washington cree que está dirigido a desarrollar una bomba atómica. Los esfuerzos anteriores de Estados Unidos para apuntar al sector de energía de Irán eran resistidos por China, que tiene un veto en el Consejo, pero se hicieron significativas sumas al régimen de nuevas sanciones que ahora son parte de la ley internacional.

Se expandió un embargo de armas para incluir ocho nuevas categorías de armas, incluyendo sistemas de misiles, tanques y aviones. Irán ya no podrá invertir en minería de uranio o en la producción de misiles en el extranjero. China se mantuvo firme en que cualquier medida aprobada en Nueva York no dañara la economía día a día. No obstante, apuntan a los Guardias de la Revolución Islámica (IRG, por sus siglas en inglés), la elite militar detrás de la ofensiva antidemocrática. De las cuarenta empresas señaladas para un congelamiento de bienes en el exterior –la mayoría de las empresas manufactureras consideradas por la ONU como una fachada para la industria armamentista–, quince pertenecen o están muy relacionados con los negocios financieros del IRG.

Entre las empresas en la lista negra se encuentra Khatam al Anbiya Construction, que tienen grandes contratos civiles y militares, incluyendo la construcción de un lugar secreto de enriquecimiento dentro de una montaña cerca de la ciudad de Qum. Sólo un banco fue nombrado en la resolución, el First East Export Bank, y mientras hay un solo científico iraní nombrado para un congelamiento de bienes y una prohibición para viajar, esta prohibición ya impuesta a cuarenta funcionarios iraníes será reforzada.

El texto principal insta a los países a “ejercer la vigilancia” en todas las tratativas con el Banco Central de Irán, acusado de apoyar al terrorismo y la proliferación de armas. Los países también están instados a bloquear la apertura en sus territorios de sucursales de cualquier banco iraní sospechado de apoyar los esfuerzos nucleares del país.

Una amplia prohibición para llevar a cabo negocios con la línea marítima más grande de Irán, Irisl, no sobrevivió por objeciones de China. Pero se tomarán medidas contra un número de otras empresas navieras relacionadas con la línea. La resolución también introduce un nuevo régimen de inspecciones de carga bajo el cual se espera que los países suban a bordo e inspeccionen los barcos iraníes y los aviones de carga de Irán Air sospechados de llevar carga que puede ser utilizada para construir armas nucleares.

Irán y sus empresas apoyadas por el Estado se han convertido en expertos para eludir sanciones. Después de tres rondas anteriores, Teherán no muestra señales de terminar su desafío a la ONU con el desarrollo nuclear. Aun los funcionarios de Estados Unidos dicen que las nuevas medidas recortarán significativamente la habilidad de Irán para llevar a cabo negocios en el exterior y, esperan, desarrollar aún más cualquier capacidad nuclear.

También dicen que más dolor vendrá. “Estas no son agobiantes en sí mismas”, dijo un diplomático occidental. “Pero es el comienzo para muchas otras iniciativas por las que se lucha.” La retórica de Irán permaneció típicamente desafiante anoche.

El presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, afirmó tras la votación que “estas resoluciones no valen un centavo para la nación iraní”. En declaraciones desde Tayikistán, donde está de gira, Ahmadinejad agregó que “estas resoluciones que votan son sólo pañuelos usados y deben ir a la basura”. El mandatario había advertido, previo a la votación, que Irán no participaría en nuevas negociaciones sobre su programa nuclear si era sometido a nuevas sanciones.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

Traducción: Celita Doyhambéhère.

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Los embajadores de Gran Bretaña y Estados Unidos levantan la mano para votar a favor de las sanciones en contra de Irán.
Imagen: EFE
 
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