El oficialismo tuvo ayer su primer traspié pleno en el Senado desde que se inició el período legislativo. En lo que parecía una sesión tranquila, el Frente para la Victoria perdió dos votaciones que le traerán algún dolor de cabeza a la Casa Rosada, en especial la última. La primera fue la citación al titular de la Oficina Nacional del Control Comercial Agropecuario (Oncca), Juan Manuel Campillo, para que informe sobre el funcionamiento de la entidad, y la segunda fue la derogación de un artículo de la Ley de Empleo, que quita la prohibición de utilizar el salario mínimo, vital y móvil como índice en negociaciones salariales. Este último punto se convirtió en ley ayer, aun después de la visita al Senado del ministro de Trabajo, Carlos Tomada, para fundamentar la posición del Gobierno en contra de la medida. En Diputados, la iniciativa había sido impulsada por el diputado y abogado de la CGT Héctor Recalde, y aprobada por unanimidad.

Por 34 votos contra 26, la oposición se hizo eco de la propuesta impulsada por Recalde y acompañada por el oficialismo en Diputados. “Esta es una vieja discusión de los doctrinarios laboralistas de Argentina que coexisten en el ámbito del derecho laboral. Luego veremos en la práctica si esto le vino bien o mal a la Argentina”, aseguró el senador santacruceño Nicolás Fernández.

El oficialismo argumentó que atar el salario mínimo a otras variables terminaría siendo contraproducente, ya que implicaría una menor movilidad de esos montos. Ese fue el argumento de Tomada en la reunión de comisión del martes, en la que puso como ejemplo el de Brasil, que según dijo, produjo una meseta en los aumentos del salario mínimo vital y móvil porque eran tomados como referencia en otras negociaciones salariales.

El titular de la bancada radical, Gerardo Morales, sostuvo en el recinto que más allá de la reivindicación a la gestión del Ministerio de Trabajo en orden a la defensa del derecho de los trabajadores en los últimos años, “no se entiende cómo el oficialismo vota unánimemente en Diputados y ahora deciden que no es bueno que esto suceda”. Para el presidente de la Comisión de Trabajo, Alfredo Martínez, “enganchar el salario mínimo a otros índices no lo mata, sino –por el contrario– lo vigoriza”. “Hay dos posiciones de cómo defender el salario mínimo vital y móvil. Nosotros estamos a favor de la posición de un gobierno que ha conseguido seis aumentos”, insistió Daniel Filmus.

Desde el peronismo disidente, el puntano Adolfo Rodríguez Saá aprovechó para chicanear al Frente para la Victoria: “Nosotros vamos a acompañar la posición de los trabajadores de la CGT”. Finalmente, la medida se convirtió en ley con el voto del núcleo duro opositor y el acompañamiento del peronista pampeano Carlos Verna, su compañera María Higonet y de los fueguinos José Martínez y María Rosa Díaz, aliados del oficialismo y vinculados a la CTA. Fuentes parlamentarias especulaban ayer con la posibilidad de que la ley sea vetada.

Previamente se había aprobado por votos 35 a 20 la iniciativa del radical Juan Carlos Marino de citar a Campillo a las comisiones de Presupuesto y Hacienda y Agricultura, Ganadería y Pesca. Casi sobre el final de la sesión de la Cámara alta se dio media sanción, con 51 votos afirmativos, al proyecto que modifica la Ley de Seguros, derogando el domicilio de la aseguradora como factor de atribución de competencia.