EL MUNDO
Adiós a los inspectores, hola a las ametralladoras
Corea del Norte reforzó la tensión con el Sur y con Estados Unidos fijando para el martes la fecha de salida de los inspectores nucleares y emplazando intermitentemente ametralladoras en zonas prohibidas.
Ya es oficial. Los miembros de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIAIEA) que supervisaban las actividades nucleares en Corea del Norte dejarán ese país el próximo martes, en respuesta a la exigencia del régimen comunista y en medio de una creciente tensión diplomática entre Pyongyang y Washington. Los norcoreanos agregaron en los últimos días un nuevo ingrediente de amenaza a la situación: su ejército desplegó ametralladoras en forma intermitente en la zona desmilitarizada fronteriza con Corea del Sur, en violación del acuerdo del armisticio que puso fin en 1953 a la Guerra de Corea. Así lo informó la agencia de noticias surcoreana Yonhap, que cita como fuente al Comando de Naciones Unidas que vigila el alto el fuego entre ambos países desde aquella guerra. Según estas fuentes, soldados norcoreanos colocaron en seis ocasiones desde el 13 de diciembre ametralladoras automáticas en ciertos puntos de la línea divisoria. Ese tipo de armas está prohibido por el acuerdo del Armisticio, que sólo admite rifles y armas cortas. “Las armas fueron retiradas en apariencia al caer la tarde cada uno de esos días”, indicó Yonhap.
Estos hechos ocurren en medio de una delicada crisis, diplomática por ahora, entre Estados Unidos y Corea del Norte. En 1994, Estados Unidos firmó un acuerdo con Corea del Norte, que aceptó suspender sus actividades nucleares a cambio de combustible y de la construcción de dos reactores de agua liviana. Corea del Norte anunció recientemente que volvía a poner en marcha varias instalaciones atómicas, luego de que Washington suspendiera la entrega de combustible tras asegurar que Pyongyang había admitido tener un programa nuclear clandestino. Desde que comenzó la crisis, Pyongyang pidió insistentemente entablar negociaciones con Estados Unidos, pero Washington exigió que Corea del Norte abandone antes sus programas nucleares. La disputa fue subiendo de tono: Washington advirtió a Pyongyang que tenía capacidad para librar dos guerras simultáneas (en alusión a la de Irak); pero Corea del Norte redobló la apuesta y respondió esta semana que esta preparada para una confrontación nuclear contra el “prepotente y chantajista” Estados Unidos, según dijo. Además, Pyongyang solicitó ayer que abandonen su país los inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIAIEA) que supervisaban la central nuclear de Yongbyon.
En este sentido, la AIAIEA anunció ayer desde su sede en Viena que los inspectores dejarán el país el próximo martes, en respuesta al pedido del gobierno norcoreano. “Dejarán la central nuclear de Yongbyon e irán hacia Pyongyang lo más rápido posible. Luego dejarán Corea del Norte con el primer vuelo del martes”, informó la vocera de la AIAIEA Melissa Fleming. Al mismo tiempo, el director general de la AIAIEA, Mohamed ElBaradei, dijo en un comunicado que la decisión norcoreana de ordenar el retiro de los inspectores viola sus compromisos internacionales y establece un preocupante precedente contrario a los esfuerzos por evitar la proliferación de armas nucleares. “Se trata de un país que desafía sus obligaciones internacionales”, dijo ElBaradei. “Establece un peligroso precedente para la integridad del régimen de no proliferación nuclear”, fundamentó.
Por su parte, Corea del Sur puso ayer en marcha todos los canales diplomáticos para lograr la cooperación internacional contra la escalada nuclear en la península de Corea. Ante la gravedad de la situación, el gobierno surcoreano anunció que enviará cuanto antes a altos funcionarios a China y Rusia con el fin de disuadir de sus intenciones al régimen norcoreano.