EL MUNDO › EL PRESIDENTE DEL PAíS DE MEDIO ORIENTE SEGUIRá SU GIRA POR ARGENTINA

Siria respaldó a Brasil mediador

Los mandatarios Al Asad y Lula da Silva trataron el acuerdo alcanzado por Brasil y Turquía en el conflicto internacional por el programa nuclear iraní y luego rechazado por Estados Unidos y las principales potencias europeas.

El presidente sirio llegó ayer a Brasilia para respaldar los esfuerzos de su anfitrión en el proceso de paz en Medio Oriente e Irán. Los dos mandatarios almorzaron juntos y luego hablaron ante las cámaras. Mencionaron algunos temas económicos, como la posibilidad de negociar un Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Siria y el Mercosur, pero el eje del encuentro fue el conflicto entre Israel y los países árabes y la disputa por el programa nuclear iraní. Lula apoyó firmemente el reclamo sirio por las Alturas del Golán, el territorio ocupado por Tel Aviv después de la guerra de 1967 y anexado en 1982, y pidió por el fin del bloqueo israelí a Gaza. Su invitado, Bashir al Asad, le contestó con un respaldo contundente a una de las apuestas más fuertes de la política internacional brasileña. “El mundo precisa a Brasil en el Consejo de Seguridad de la ONU porque podrá ayudar a alcanzar un nuevo orden internacional, más justo”, aseguró el mandatario sirio.

Al Asad y Lula ya se habían visto las caras muchas veces, pero ayer fue la primera vez que el mandatario brasileño pudo oficiar de anfitrión. Lo recibió con todos los honores de Estado en la Cancillería, más conocida como el Palacio de Itamaraty. Comieron, charlaron, se recluyeron en una reunión a puertas cerradas y finalmente ofrecieron una conferencia de prensa conjunta, en la que abundaron las críticas al gobierno israelí. Lula fue moderado, pero condenó el bloqueo a la Franja de Gaza y reclamó la devolución de todos los territorios ocupados. “El incidente con la flotilla humanitaria demostró que es hora de levantar el bloqueo a Gaza”, sentenció el líder petista. Su par sirio, en cambio, fue lapidario. Acusó a Tel Aviv de torpedear cada posibilidad de paz que aparece en el horizonte regional. “Fue así con los bombardeos al Líbano en 2006, lo es todavía con el bloqueo a Gaza y lo fue también con el reciente ataque contra una flota humanitaria turca”, recordó Al Asad.

Los dos mandatarios también le dedicaron un tiempo al acuerdo alcanzado por Brasil y Turquía en el conflicto internacional por el programa nuclear iraní y luego rechazado por Estados Unidos y las principales potencias europeas. “El acuerdo mostró la buena intención de Irán de llegar a una solución pacífica, mientras que Israel sigue amenazando la paz de la región a través de sus armas nucleares”, se quejó el sirio. Lula evitó hablar del tema. Hace apenas unas semanas el presidente brasileño se había enojado en una conferencia de prensa similar junto con el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, cuando los periodistas le preguntaron por los cuestionamientos de la Casa Blanca.

En un plano mucho más secundario, los dos líderes prometieron mejorar la relación comercial bilateral. En 2009, Brasil exportó bienes a Siria por el valor de 307,2 millones de dólares, pero importó solamente por un total de 4,1 millones, un desequilibrio que Al Asad dijo estar interesado en arreglar. Propuso comenzar a negociar un TLC con el Mercosur y también apoyó el ingreso de Siria a la Organización Mundial de Comercio (OMC). “La tendencia es de crecimiento con un sistema multilateral de comercio más representativo de las ansias del mundo en desarrollo. Por eso, defendemos el fin de las trabas que impiden el avance del proceso de acceso de Siria a la Organización Mundial de Comercio”, aseguró Lula.

Según informó la Cancillería brasileña, Lula y Al Asad firmaron acuerdos de cooperación en el área de educación, un memorando para acciones conjuntas en salud pública y suscribieron un documento sobre intercambio de personas condenadas judicialmente. Son apenas los primeros pasos de una relación bilateral que recién comienza a madurar. Lula visitó Damasco en 2003 y recientemente volvió a Medio Oriente –Israel, Jordania y los territorios palestinos ocupados– para reafirmar su compromiso con la conflictiva región.

Luego de la conferencia de prensa, Al Asad partió hacia el Parlamento, donde se reunió con las autoridades de las cámaras, y más tarde con el presidente y el pleno de la Corte Suprema brasileña. Hoy el mandatario viajará a San Pablo para un encuentro con empresarios en la sede de la poderosa Federación de Industrias local y una reunión con miembros de la comunidad siria en ese país.

Mañana seguirá viaje hacia Buenos Aires, la última parada de su primera gira por América latina, que también lo llevó por Venezuela y Cuba. Allí se encontrará a solas con la presidenta Cristina Fernández y otras autoridades argentinas. Partirá de vuelta a Damasco el sábado.

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Bashir al Asad respaldó los esfuerzos de su anfitrión en el proceso de paz en Medio Oriente e Irán.
Imagen: EFE
 
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