EL MUNDO › HILLARY CLINTON DIJO QUE HABRá CONVERSACIONES DIRECTAS EN EE.UU. DENTRO DE UNA SEMANA

Anuncian otro intento en Medio Oriente

El primer encuentro directo entre israelíes y palestinos desde fines de 2008 tendrá lugar el 2 de septiembre, en Washington, por invitación del presidente estadounidense, Barack Obama, dijo Clinton. Dudas de los palestinos.

La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, anunció ayer que palestinos e israelíes retomarán sus conversaciones de paz directas a partir del mes próximo en Estados Unidos. Netanyahu aceptó la invitación de inmediato mientras que Hamas rechazó las negociaciones con Israel.

Hillary Clinton invitó al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) a una reunión en dos semanas para relanzar el diálogo directo de paz, que quedó suspendido hace 20 meses por la ofensiva militar israelí en Gaza. Poco después de la invitación de Estados Unidos, solicitada por Israel, el Cuarteto (Estados Unidos, Rusia, la ONU y la Unión Europea) emitió un comunicado en el que apoya las negociaciones y un acuerdo que termine con la “ocupación” que comenzó en 1967 y resulte en “la proclamación de un Estado palestino independiente, democrático y viable que conviva en paz y seguridad con Israel y sus otros vecinos”.

Netanyahu, quien aceptó de inmediato la invitación, aseguró que “alcanzar un acuerdo de paz es difícil pero posible”. “Alcanzar la paz es un desafío difícil, pero posible”, son las palabras de Netanyahu citadas en el comunicado. “Encaramos las conversaciones con una voluntad genuina de llegar a un acuerdo de paz entre los dos pueblos, preservando los intereses nacionales de Israel, el principal de ellos su seguridad”.

Por su parte, los palestinos convocaron anoche a una reunión de urgencia del Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), que se ocupa de las negociaciones de paz, en la que se decidirá la respuesta a la invitación.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, invitó al presidente de Egipto, Hosni Mubarak, y al rey Abdala II de Jordania, a la reunión, teniendo en cuenta su “papel crítico” en este esfuerzo conjunto de llevar la paz a Medio Oriente. Obama mantendrá el 1º de septiembre reuniones bilaterales con los cuatro líderes, seguidas de una cena, a la que asistirá también el representante del Cuarteto para Medio Oriente, Tony Blair.

Al día siguiente, Clinton mantendrá un encuentro trilateral con Netanyahu y a Abbas en el Departamento de Estado para relanzar formalmente el diálogo y “resolver todos los asuntos del estatus final”, que, dijo, “creemos podrán ser solucionados en el plazo de un año”. Pese a lo ambicioso del plazo inicial fijado para las negociaciones, que deben llevarse a cabo sin condiciones previas, según Estados Unidos, Abbas y Netanyahu “son sinceros y serios y creen que se puede lograr”, aseguró Mitchell. Estados Unidos jugará un papel “activo y sostenido” y ofrecerá, si fuera necesario, “propuestas puentes” para superar las diferencias, dijo Mitchell.

Preguntado por qué cree que este proceso podría ser diferente y desembocar en un acuerdo, Mitchell dijo que “esfuerzos anteriores de paz que no prosperaron no nos pueden impedir intentarlo de nuevo”, y recordó que cuando él fue negociador para Irlanda del Norte, “tuvimos 700 días de fracasos y uno de éxito”. El anuncio urgió ante el vencimiento, el 26 de septiembre, de la moratoria de diez meses impuesta por Israel a la construcción de asentamientos, y cuya reanudación podría amenazar el proceso.

Para muchos analistas se trata de un nuevo proceso al que los dos principales protagonistas, Netanyahu y Abbas, parecen estar siendo arrastrados por Obama y su emisario para la región, George Mitchell. El escepticismo tiene sólidas fundamentaciones: los principales reclamos sobre el estatus de Jerusalén, los refugiados o cuestiones de territorio siguen sin modificarse a partir de la negativa israelí.

Dos asuntos controvertidos y cargados de fuertes emociones son también el destino de los 4,8 millones de desplazados palestinos y el futuro de Jerusalén. Abbas y los suyos quieren que la parte este de la ciudad, ocupada por Israel, sea la futura capital del Estado palestino.

Netanyahu rechazó todas las condiciones previas de los palestinos para el diálogo directo, pero repetía desde hace un año que estaba dispuesto a hablar cara a cara con la otra parte. Abbas, quien ayer no realizó declaraciones sobre el anuncio, aceptó retomar las conversaciones directas debido a la fuerte presión internacional.

Israelíes y palestinos llevaron a cabo negociaciones directas por última vez a finales de 2008, antes de que empezara la ofensiva israelí en la Franja de Gaza. En los últimos meses ambas partes sólo se comunicaron a través de Mitchell.

El movimiento islámico Hamas, que gobierna de facto en la Franja de Gaza y no es tenido en cuenta en estas negociaciones, rechazó ayer el llamado al diálogo a través de su portavoz, Sami Abu Zuhri. “Es un nuevo intento de engañar a nuestra gente”, afirmó Zuhri, quien planteó en un comunicado que la invitación es “inútil y nos llevará de vuelta a cero sin obtener ningún resultado”, al tiempo que afirmó que “legalizarían los asentamientos y aprobarían su continuidad”.

La invitación a israelíes y palestinos fue emitida por partida doble desde la capital estadounidense y Bruselas, sede del Ejecutivo de la Unión Europea (UE).

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La canciller Clinton y el enviado especial Mitchell anuncian las conversaciones directas. Netanyahu aceptó enseguida. Abbas todavía duda.
Imagen: EFE
 
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