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El diputado Mike Weatherley había sido presentado por el primer ministro británico David Cameron como uno de los nuevos rostros conservadores que crearían la Big Society que pretende fundar Cameron. Pero el rostro del tory Weatherley mudó del simpático rosado al borravino cuando le preguntaron por su esposa, la simpática brasileña Carla Adriana. “No sabía nada, me acabo de enterar por el diario.” Se refería a The Sunday Mirror y la publicación de las fotos de Carla, haciendo un striptease por dinero.

Weatherley, de 53 años, tiene tres hijos de su anterior matrimonio, del que se divorció cuando conoció, hace diez años, a Carla Adriana, en Brasil, durante un viaje de trabajo a Río de Janeiro mientras Weddy era director financiero del grupo Pete Waterman’s.

Tres años después, la parejita se casó en una boda muy elegante y burbujeante. Durante una temporada, Carla y Weddy, Weddy y Carla, vivieron como tortolitos adinerados en Seaford, al este de Brighton, donde después de algunos remilgos fueron a vivir con ellos dos de los hijos del tory “yo-no-sabía-nada”.

A Cameron le costó convencer al tory para que se sumara a su grupo. Pero cuando se decidió lo hizo al mejor estilo de los conservadores: mostró su imagen familiar para ser retratado y multiplicado en los medios y en la gráfica. Weatherley, el nuevo rostro de los conservadores británicos, un ganador nato. Junto a él, posaba su esposa, Carla. “Me van a conocer por mis logros políticos y no por mis errores”, acusó agresivamente en la campaña, intentando golpear a sus adversarios.

A Weatherley lo sorprendieron el domingo pasado cuando leía The Sunday Mirror. Según la nota del periódico, un redactor había pasado como cliente de una casa de masajes del sur de Londres, donde pidió los servicios de Bea, nada menos que Carla, la mujer del tory. Bea le ofreció sus servicios, “30 libras una paja, 40 sexo oral con condón y sexo y 70 sexo oral sin condón y sexo con condón”. La nota fue matizada con algunas fotos de Carla haciendo su striptease.

El problema, por cierto, no es el trabajo ni la personalidad oculta de Carla, sino la hipocresía pétrea de su marido tory. El domingo, luego de leer la nota, un periodista de The Sunday Mirror se comunicó con Weatherley y le preguntó por la nota y su esposa. Weatherley respondió que “estoy conmocionado, no sabía nada, gracias por informarme”.

Weatherley sólo atinó a responder que seguían viéndose y que comían también juntos cada semana, que eran buenos amigos, pero que se habían separado en febrero. No está claro si la fecha informada por el diputado tory fue tomada al azar, pero de ser así ocurrió en plena campaña, cuando ambos posaban juntos como imagen de la nueva familia británica.