El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, quien debió ser internado de urgencia en San Pablo, mejoraba ayer y podría regresar en dos días a Asunción, informaron los médicos paraguayos y brasileños que lo atienden.

Lugo, de 59 años, “amaneció sin molestias, en buen estado general, sin fiebre”, dijo Alfredo Boccia, uno de los médicos del equipo de especialistas que asiste al gobernante. “Su principal problema se debió a la obstrucción del catéter que le pusieron para sus sesiones de quimioterapia”, agregó el médico de cabecera.

Boccia siguió explicando el estado de salud del ex obispo de San Pedro. “El coágulo que obstruía el catéter del presidente ha disminuido y mañana (por hoy) se le practicará una nueva tomografía de control. Si todo sale como se prevé, abandonará la terapia intensiva, irá a un cuarto normal y en 48 horas sería dado de alta”, afirmó Boccia. Y calificó como “mucho más tranquila” la situación del líder paraguayo, aunque reveló que todavía hay restos de trombo e informó que el presidente tiene colocado un catéter desde la parte alta del pecho hasta la parte baja. Si se da la eliminación de los trombos, se iniciará el tratamiento de anticoagulación para mantener el torrente sanguíneo fluido.

Lugo fue trasladado el sábado al Hospital Sirio Libanés, de San Pablo, donde viene tratándose de un cáncer linfático, al descubrírsele una trombosis en la vena cava superior que le provocaba una obstrucción en la faringe. El mandatario fue sometido a dos sesiones de medicamentos para disolver los trombos (coágulos) sin necesidad de intervención quirúrgica y hasta ahora ha respondido bien, explicó por su parte Federico Costa, médico del Hospital Sirio Libanés.

El cuadro actual “no representa ningún agravamiento del linfoma sino una complicación del tratamiento que se le sigue, que ya está siendo atendido, y el presidente se encuentra estable, sin molestias, colaborando con el tratamiento”, señaló Costa.

También habló el hermano del mandatario, Pompeyo Lugo. “Los médicos del hospital me dijeron que es un caso rarísimo, que se da uno en 100.000, pero con la medicación que desde anoche le aplican, la obstrucción está disolviéndose y por eso la hinchazón que tenía Fernando en la cara y el cuello empezó a desaparecer.”

Hace dos meses que se le detectó un cáncer linfático al jefe de Estado y, desde entonces, ya recibió tres tratamientos de quimioterapia, dos en el citado hospital brasileño y otro en Asunción.