Por ahora, inconquistable. Marina Silva, quien salió tercera en la elección presidencial de Brasil, dijo que la posición de su Partido Verde será decidida en una convención el 17 de octubre. Y admitió que personalmente puede permanecer neutral y sin declarar el apoyo a ninguno de los dos candidatos que pasaron a ballottage: Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), o José Serra, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB). Su definición es clave, dado que están en juego casi 20 millones de votos.

Quien fue ministra de Medio Ambiente del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, a quien dijo respetar, condicionó su decisión a la postura que adopten los candidatos del PT, Dilma Rousseff, y del PSDB, José Serra, sobre desarrollo sustentable. Sin embargo, aclaró que rechazará firmar acuerdos “pragmáticos al estilo de la vieja política”, en los que el apoyo a un candidato se fundamenta en favores o cesión de cargos en el futuro gobierno.

Silva, salida de las filas del gobernante PT, sostuvo que su posición en el partido al que se afilió el año pasado puede ser minoritaria, pero que “los 20 millones de votos obtenidos son más grandes que el PV”, por lo que su compromiso “es con 20 millones de ciudadanos”.

En tanto, el presidente nacional del PV, José Luiz Penna, anunció que la semana próxima esa fuerza política definirá su posición en la segunda vuelta de las elecciones, según informó la agencia de noticias Prensa Latina. Penna precisó que miembros del Ejecutivo Nacional del PV, candidatos electos el domingo pasado y otros militantes se reunirán el domingo 17 en Brasilia para evaluar diferentes propuestas, desde asumir una postura neutral hasta respaldar a uno de los dos presidenciables.

“Este es un momento maravilloso para el partido y queremos impregnar el programa del futuro presidente de Brasil”, aseguró Penna, de acuerdo con información de la agencia de noticias estatal Brasil.

En los últimos años el PV participó en varios gobiernos estaduales y municipales del PSDB de Serra, pero Penna sostuvo que “todos esos acuerdos son pretéritos”. Ahora lo que hay que definir es una posición sobre el futuro y quien va a decirla es la convención partidaria”, declaró el dirigente, quien aseguró que el partido no abandonará las propuestas de gobierno que le dieron el tercer lugar en el primer turno a Silva.

Los votos del PV, ahora en disputa entre Serra y Rousseff, pusieron desde ayer en movimiento al PT y al PSDB para atraer la preferencia de Silva por uno u otro candidato. El oficialismo no descarta que sea el propio Lula quien intente convencer a su ex ministra de inclinarse por el PT, en tanto desde el PSDB la tarea fue encomendada a su fundador, el ex presidente Fernando Henrique Cardoso, aunque las dos fuerzas tienen interlocutores con una relación de amistad con Silva.

En la primera vuelta del domingo pasado, Rousseff obtuvo 47.651.434 votos, equivalentes a 46,91 por ciento de los sufragios válidos, y Serra logró 33.132.283 de votos, que implican 32,61 por ciento, según el escrutinio oficial definitivo dado a conocer hoy por el presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), Ricardo Lewandowski.

Con el cierre definitivo del conteo, Lewandowski proclamó ayer de manera oficial a los ganadores de la primera vuelta y los autorizó a realizar la campaña electoral para el ballottage del 31 de octubre. La autorización prevé que los postulantes podrán iniciar la campaña en la radio y la televisión a partir del viernes, pero podrán hacer proselitismo a partir de hoy en las calles, directamente con sus electores.

La campaña se extenderá hasta el 29, período en el cual el horario electoral gratuito será dividido en dos bloques diarios de 20 minutos para los candidatos presidenciales y otros dos para los aspirantes a las nueve gobernaciones que tampoco pudieron definirse el domingo. Cada candidato a la presidencia tendrá 10 minutos por período, señaló el funcionario, y agregó que Dilma será la primera en aparecer en la propaganda, por haber obtenido el mayor número de votos en la primera vuelta de los comicios.