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El Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Unión Europea (UE) le exigieron a Grecia que haga un esfuerzo extra para lograr bajar el déficit en 2011 y seguir recibiendo la ayuda externa. Mientras tanto, Atenas y otras ciudades despertaron ayer con un olor nauseabundo y cubiertas de basura por la huelga que mantienen los recolectores de residuos, a quienes se sumaron los marineros para rechazar el ajuste.

Funcionarios griegos confirmaron ayer que el país recibió la autorización para obtener el siguiente pago del paquete de rescate, que será de doce mil millones de euros. Para conseguir que desembolsen esa suma en enero, Atenas tuvo que aceptar dos condiciones. Por un lado, debió prometer que promulgará una ley que establezca que por cada nombramiento en el Estado deberá haber antes cinco funcionarios que se hayan jubilado. La otra concesión fue que los sindicatos pequeños podrán negociar con los empresarios salarios más bajos de los previstos en los convenios marcos, según informó la prensa local.

Después de una visita de ocho días al país, los representantes de la UE, del FMI y del Banco Central Europeo diagnosticaron que Atenas va por el buen camino. Poul Thomsen, el jefe de la misión del FMI en la capital griega, adelantó que el país podrá recibir el resto del dinero tras aceptar tomar medidas para ampliar su base tributaria y eliminar gastos en las áreas de salud, empresas estatales y recaudación fiscal. Thomsen afirmó que Grecia podrá volver a los mercados internacionales antes de los tres años que durará el proceso de salvataje financiero. “La capacidad de hacer sostenible el programa depende de profundas reformas estructurales”, insistió el enviado del organismo de crédito.

Grecia recibirá hasta 2013 una ayuda de casi 150 mil millones de dólares. El dinero se paga en cuotas cada tres meses y sólo después de que los inspectores de las instituciones analicen las cuentas del país. Para recibir el rescate, el gobierno de George Papandreu se tuvo que comprometer a recortar su déficit del 15,4 al 7,5 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI) para el año próximo. El Ejecutivo subió dos veces el IVA en lo que va del año y recortó las pensiones y los salarios de los empleados públicos. Esas medidas provocaron protestas masivas y ya se convocó para el 15 de diciembre a una huelga general.

Mientras tanto, la agitación social no cesa. Los marineros anunciaron ayer que prolongarán 24 horas más su huelga. Los recolectores de residuos pusieron fin a su medida después de una mediación del Ministerio del Interior. En la tarde de ayer, hubo enfrentamientos entre los huelguistas y la policía cuando unos 500 trabajadores intentaron ingresar a una dependencia gubernamental. Las consecuencias de la protesta seguirán visibles por un tiempo más. Se calcula que llevará tres días retirar las montañas de basura que se acumularon por las calles. Los recolectores estuvieron en huelga para reclamar un aumento de sueldos, que se cubran puestos adicionales y se ponga fin a los despidos de personal.