Los militares brasileños seguirán durante siete meses ocupando las favelas, intervenidas durante el jueves y el domingo. El presidente Luiz Inácio Lula da Silva festejó ayer el megaoperativo coordinado entre 2700 efectivos de las fuerzas militares y la policía realizado en Vila Cruzeiro y en el Complejo El Alemao, favelas donde estaban refugiados unos 600 narcotraficantes. “Ya dimos el primer paso, entramos en el Complejo del Alemao y quiero reiterar que será enviado a Río de Janeiro todo lo que se precise para acabar con el narcotráfico”, dijo el mandatario, que el miércoles pasado autorizó la intervención de las Fuerzas Armadas en el operativo por pedido del gobernador carioca, Sergio Cabral. El político del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) –aliado del oficialismo– explicó ayer que los uniformados se quedarán más de medio año en las favelas, hasta que se pueda instalar allí la Unidad de Policía Pacificadora (UPP). El gobernador confirmó que en el cronograma de este plan siguen las favelas Rocinha, una de las más peligrosas, y la de Vidigal, ambas en la zona sur, e indicó que hoy la UPP se va a instalar en el Morro dos Macacos, en Vila Isabel, en el norte. Vecinos de la Rocinha denunciaron ayer que los narcos comenzaron a levantar barricadas ante la hipótesis de un ataque similar al que se realizó en el Complejo del Alemao.