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Silvio Berlusconi sufrió un nuevo revés, luego de que Diputados aprobara ayer el arresto de Alfonso Papa, un correligionario del Pueblo de la Libertad. La orden de detención se hizo efectiva luego de que la Cámara baja votara en contra de la inmunidad de Alfonso Papa, legislador del partido del premier italiano, sospechado de liderar una asociación ilícita. Esta fue otra de una serie de derrotas que el premier conservador viene experimentando en Italia, incluyendo derrotas de sus candidatos clave en las últimas elecciones municipales. Se esperan nuevas detenciones por sendos casos de corrupción dentro del PdL.

Según los fiscales de Nápoles, Papa –ex fiscal y ex alto funcionario del Ministerio de Justicia– era la figura central de una asociación ilícita que utilizaba informaciones judiciales reservadas sobre investigaciones en curso, para presionar a políticos y empresarios, favorecer a nombramientos de amigos y orientar licitaciones públicas.

La detención fue ordenada por la fiscalía de Nápoles, en el ámbito de la investigación conocida como P4, tal como la prensa dio en llamar a la supuesta banda ilícita comandada por Papa. La decisión fue tomada por 319 votos secretos a favor y 293 en contra, sobre 612 diputados presentes. Los votos positivos de la Liga Norte, aliada del Pueblo de la Libertad (PdL) en la coalición oficialista, fueron cruciales para que Papa sea detenido.

Los legisladores italianos gozan de inmunidad, a menos que el Congreso levante la restricción de arresto. Berlusconi había hecho un fuerte lobby para tratar de que la Cámara baja, en donde el PdL tiene mayoría, no vote en contra de la inmunidad de Papa, perteneciente al PdL.

Minutos antes de que los diputados aprieten los botones en el voto secreto, Papa apeló a la emotividad en su discurso diciendo que la noche anterior había tenido que informarles a sus dos hijos pequeños que podría pasar el fin de semana tras las rejas. Luego dijo que respetaría cualquiera fuese la decisión de la Cámara y que continuaría luchando por esclarecer su buen nombre. Tras la votación, dijo sentirse un prisionero político y salió de la Cámara de Diputados rodeado por correligionarios que lo abrazaban e intentaban consolar. Inclusive algunos de ellos se largaron a llorar, vociferándoles a los periodistas que el arresto era una vergüenza. Presente en el recinto, Berlusconi no hizo comentario alguno y se recluyó en la sala reservada al Ejecutivo con algunos de sus colaboradores y diputados del PdL para analizar la situación. La votación fue la última oportunidad para la coalición aliada –la Liga Norte– para ponerse del lado del premier en asuntos clave. El ministro del Interior, Roberto Maroni –el funcionario de la Liga Norte de más alto rango dentro del gabinete–, dijo que él había aprobado el arresto de Papa.

Los parlamentarios creen que este caso podría desencadenar más arrestos de legisladores dentro del partido de Berlusconi. Marco Milanese, del PdL, recibió una orden de arresto por un caso de corrupción y se espera que el Parlamento vote luego del receso. Por su parte, el ministro de Agricultura, Saverio Romano, enfrenta un pedido de la Corte para comparecer por supuestos lazos con la mafia de Sicilia, algo que ha negado tajantemente.