“Vamos a avanzar sin problemas para tener una mayoría en la comuna”, aseguró ayer a Página/12 el comunero del Frente para la Victoria (FpV) Raúl Sánchez. Además de la comuna 5 (Boedo y Almagro), en la que Sánchez fue electo, se dejará en minoría al macrismo en las otras dos donde el FpV realizó una mejor elección y tiene, como el PRO, tres representantes: la 8 (Soldati y Lugano) y la 15 (La Paternal, Villa Ortúzar, Villa Urquiza, etc.), donde también se avanza en la sintonía con el comunero de Proyecto Sur. Se podría sumar la 9 (Mataderos, Liniers y Parque Avellaneda), donde el escrutinio oficial le sacó un comunero al macrismo y fue para el FpV.

“Creemos que existe una solidaridad opositora que va en el sentido de formar una mayoría contra el macrismo”, afirmó a este diario un dirigente kirchnerista de la Ciudad. La conformación de una mayoría en las comunas donde el kirchnerismo logró una paridad de comuneros con el macrismo parece concretarse a medida que pasa el tiempo. El manejo y la distribución del presupuesto con el que contará cada comuna –cerca de cien millones de pesos anuales– dependerá de los votos mayoritarios que sumen en su mesa ejecutiva. “Mañana (por hoy) tenemos una nueva reunión con los compañeros de Proyecto Sur para continuar avanzando en el diálogo”, anticipó Sánchez.

Los mejores resultados obtenidos por el kirchnerismo en la ciudad permitieron romper la hegemonía macrista en las comunas. Si bien los representantes del gobierno porteño se quedaron con las jefaturas de las quince comunas, en las tres donde el candidato del FpV Daniel Filmus logró sus mejores resultados quebraron la mayoría de cuatro que les permitirá tomar resoluciones propias para los barrios. En las tres comunas –5, 8 y 15– se repartieron la representación en tres para el macrismo, tres para el kirchnerismo y una para Proyecto Sur, y a esta ecuación se sumó la 9, donde la evolución del recuento confirmó que el FpV le arrebató un comunero al macrismo. A pesar de que el dirigente de Proyecto Sur, Fernando “Pino” Solanas, no dio su apoyo al kirchnerismo para el ballottage del 31 de julio, en zona de comunas el acercamiento entre ambos espacios es casi un hecho. “Pino por arriba no da señales, pero por abajo nos están dando señales a nosotros”, destacó un dirigente comunal.

“No forma parte de la estrategia central, pero depende fundamentalmente de la relación que tengan los militantes en los barrios”, aseguró un dirigente del kirchnerismo porteño y destacó que “en los barrios la política y la estrategia no son tan lineales como en la Legislatura, donde se manejan en bloque”. Pero la discusión política en el territorio también se ve atravesada por los lineamientos generales que plantean tanto el macrismo como el kirchnerismo. “Naturalmente, cuando tenés que discutir el rol del Estado con ciertos espacios políticos, te une o te pone en la vereda de enfrente”, puntualizó la fuente del FpV porteño y señaló que “igualmente todavía las comunas no tienen una lógica política porque todo está demasiado verde”.

“La mayoría que estamos construyendo no es para obstruir, sino para aportar racionalidad”, afirmó Sánchez. El primer paso concreto detrás de la mayoría fue la declaración en contrario de los cuatro representantes opositores ante la construcción de la sede del CGPC en la Plaza de Boedo, un reclamo histórico de los vecinos por un espacio verde. En la comuna 5 la ventaja que sacó el macrismo sobre el FpV no llegó a diez puntos y el PRO no pasó del 40 por ciento en la general. “Hablamos con los vecinos de los defectos de la gestión de Macri en la ciudad desde que empezó en el 2007”, graficó Sánchez, dando cuenta de los resultados de la tarea militante en la zona.