EL MUNDO › UNA ENCUESTA EXCLUSIVA DE PÁGINA/12 MUESTRA UN RECHAZO ABRUMADOR EN EL PAÍS
Todos unidos contra la guerra de Bush
Tanto o más que en los países europeos que se resisten a convalidar la invasión a Irak, los argentinos rechazan la guerra y se rehúsan a participar. Si bien casi un 70 por ciento ve a Saddam como un peligro, el mismo porcentaje no justifica la guerra y no participaría ni con la ONU. Sólo un 6 se alinea con EE.UU.
Por Raúl Kollmann
Sólo uno de cada diez argentinos considera que está justificada la política norteamericana de atacar Irak, el 90 por ciento cree que no hay que intervenir en esa guerra y una enorme mayoría sostiene que la Argentina no debe quedarse con las manos cruzadas, invocando la neutralidad, sino que tiene que tener un papel activo en la búsqueda de la paz. Por otra parte, la mitad de la población cree que el Gobierno no está prestándole al conflicto la atención que debería y se argumenta que la eventual guerra es de muchísima importancia para la Argentina, a tal punto que nada menos que el 60 por ciento de los argentinos manifiesta que está siguiendo atentamente el desarrollo de los acontecimientos.
Las conclusiones surgen de una encuesta realizada por la consultora Ibope OPSM, que lidera Enrique Zuleta Puceiro. En total se hicieron 800 entrevistas en todo el país, respetándose las proporciones por edad, sexo, nivel económico-social y regiones argentinas. El estudio fue presentado por Zuleta esta semana ante un auditorio de empresarios, embajadores nacionales y extranjeros, académicos y representantes de las Fuerzas Armadas, como el general Brinzoni.
“Los datos de nuestro trabajo muestran una nueva postura de la sociedad argentina ante los conflictos internacionales –señaló Zuleta–. Venimos de una cierta tradición de neutralidad del peronismo y del radicalismo, pero esta vez la gente no quiere que nos mantengamos a un lado, sino que haya una intervención activa, beligerante a favor de la paz. Eso no lo vimos en la Guerra del Golfo ni en el ataque a Afganistán. La gente estaba más pasiva. Ahora cree que en esto hay que meterse y pelear por la paz.”
Desde ya que la mirada a la ofensiva norteamericana es muy crítica, por cuanto una enorme mayoría cree que es una guerra económica y sobre todo por el petróleo. Ya con ese diagnóstico, el pensamiento mayoritario es que se trata de un conflicto de intereses y, necesariamente, los intereses son considerados egoístas. La pelea por el petróleo es casi un clásico, el ejemplo máximo de ese egoísmo que la gente rechaza.
–¿Usted cree que ha vuelto un nuevo antiimperialismo, una postura ideológica fuerte? –preguntó este diario a Zuleta.
–No, no es esa la impresión que surge de la encuesta. Una amplísima mayoría cree que Saddam Hussein es peligroso, pero me parece que la gente es concreta y rechaza, para dar un ejemplo, que la Argentina se meta en donde no tiene que meterse. Hay una especie de memoria de los dos atentados y la mayoría cree que Carlos Menem no se debió meter en la Guerra del Golfo.
“Eso se ve,” agrega Zuleta Puceiro, “por ejemplo en que prácticamente no hay nadie que opine que tropas argentinas deben participar de una intervención bélica. Pero al mismo tiempo, nada menos que un 30 por ciento ve con buenos ojos enviar fuerzas de paz, lo que indica que existe una fuerte sensación de que no hay que mirar para otro lado, sino intervenir, pero hacerlo fuertemente a favor de la paz. ”
Para Zuleta, en la encuesta se expresa también una crítica al Gobierno porque no le da importancia al conflicto. Y esa crítica, de hecho, se extiende casi a todos los demás candidatos. “Hoy por hoy, no hay ninguno de los postulantes a la presidencia que exhiba una persona, un referente, que sea vocero de sus posiciones en materia de política internacional -sostuvo Zuleta–. En el caso de Carlos Menem, su postura está clara: son las relaciones carnales, el alineamiento con los Estados Unidos. Pero el resto de los que tienen chances han dicho poco o muy poco, no aporta ideas ni iniciativas en este terreno.”
“Yo veo una nueva posición internacional –concluye Zuleta–. Frente a las ambigüedades del Gobierno, la sociedad presiona a favor de un pacifismo activo. Esta posición se diferencia desde muchos puntos de vista del neutralismo tradicional, propio de las terceras posiciones, sustentadas siempre por los partidos argentinos y por la mayor parte de ladiplomacia. La sociedad reconoce la importancia objetiva del conflicto y asume que va a haber consecuencias para la Argentina.”
“Perciben el carácter peligroso del régimen iraquí, pero no por ello acompaña la postura belicista de Estados Unidos, a la que atribuye condicionamientos puramente económicos y motivaciones definitivamente orientadas al petróleo. Lo que se demanda es salir de la postura pasiva y buscar un compromiso efectivo del país en acciones directas tendientes a la pacificación.”
Mirando la encuesta, se percibe que está latente un movimiento argentino que sintonice con lo que se ve en otras latitudes, tal vez más cercanas al escenario del conflicto. La crisis económica, los obstáculos puestos a los argentinos que quieren ir o ya han ido a Estados Unidos y la postura belicista de Washington ha generado enormes rechazos en el último año.
Eso se traduce en una visión muy crítica de la ofensiva norteamericana, algo que ubica los porcentajes de rechazo entre los argentinos a niveles parecidos a los de varios países europeos que están más cerca de la zona de guerra, que por ello se sienten en peligro y que, además, tienen enormes comunidades islámicas con las que perciben puede surgir una fuerte tensión.
La Argentina está más lejos, pero, según se deduce de la encuesta de Ibope, hay una mayoría que no cree que debería mirarse el conflicto desde la distancia, sino que la Argentina es parte de un todo, y que más vale que se ocupe de la cuestión porque nos va a afectar de todos modos y que lo deseable es jugar un papel más activo a favor de que el ataque a Irak no se produzca.