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En otra semana movida en Medio Oriente, Yasser Arafat habló finalmente de sus posibles sucesores. Ariel Sharon se entrevistó en la Casa Blanca con el presidente George W. Bush pero no logró lo que buscaba: aislar definitivamente a Arafat. Bush acordó presionar al líder palestino pero demostró que aún lo considera un interlocutor válido.

Haaretz
Los mismos Estados Unidos que hicieron de anfitriones de Sharon está semana jugaron un rol irremplazable en cada punto crucial del acuerdo entre nosotros y los árabes. Incluso ahora tiene buenas intenciones, pero podrían guiar hacia un infierno regional. El peligro más grande no son solamente nuestros mutuos asesinatos entre nosotros y los palestinos. En medio de la controversia dentro de la administración, el presidente Bush encendió su retórica contra el “eje del mal” de Irán e Irak. En lugar de calmar las cosas y balancear la presión sobre Arafat con demandas a Sharon para que comience a hablar seriamente con la Autoridad Palestina, el tío Sam está escribiendo el guión de una horripilante película de cowboys de los buenos muchachos contra los malos. Con amigos así, no necesitamos enemigos.
(Gideon Samet)

Palestine Chronicle
Si somos serios respecto a la guerra contra el terrorismo, ¿no deberíamos empezar con la lista de invitados de la Casa Blanca? Al día de hoy, la masacre de Sabra y Chatila causa pesadillas a sus sobrevivientes. Violación, torturas y asesinato esperaban a las mujeres. Los bebés eran tirados sobre montículos basura. Muchos hombres palestinos, jóvenes y viejos, eran alineados contra una pared y asesinados. El ex líder falangista Elie Hobeika dijo recientemente a legisladores belgas que él quería cooperar largamente y que podría producir evidencia contra Ariel Sharon en Bélgica. Pero nunca sabremos la información adicional que iba a dar porque Hobeika fue asesinado dos semanas atrás.
(Sherri Muzher)

Le Monde
La posición interna del primer ministro Ariel Sharon parece sólida. Sharon ha dejado entender que no se va a oponer a la creación de un Estado palestino que englobe, además de Gaza, un 40 por ciento de Cisjordania. Pero ese 40 por ciento será sin solución de continuidad territorial. El primer ministro también tuvo entrevistas con ciertos palestinos pero nunca con Yasser Arafat. Guió contra la Intifada una política de represalias sistemáticas. Sharon ha minado lo que se llama en Israel el “campo de la paz”, pero no ha logrado ni la paz ni la seguridad. Los israelíes vienen de vivir uno de los años más violentos que jamás conocieran en el interior de sus fronteras: más de 150 muertos en un año.
(Sylvain Cypel y Alain Frachon)