EL MUNDO › 200 PERSONAS DETENIDAS POR EL CRIMEN DE DJINDJIC

Belgrado, ciudad arrestada

La policía serbia detuvo ayer a doscientas personas presuntamente vinculadas con el grupo que habría asesinado al primer ministro Zoran Djindjic el miércoles en pleno centro de Belgrado. El jefe de policía de esta ciudad informó que los detenidos están acusados de tener vínculos “directos o indirectos” con esta banda. Pero la mayoría de los miembros del grupo huyeron antes de que la policía allanara sus viviendas.
“Unas 200 personas vinculadas con el grupo mafioso sospechoso por el asesinato del primer ministro serbio fueron detenidas”, informó ayer el ex viceprimer ministro serbio Nebojsaovic, luego de que lo designaran nuevo primer ministro en reemplazo de Djindjic. El jefe de la policía de Belgrado, Milan Obradovic, dijo que los detenidos están acusados de tener “lazos directos o indirectos con el grupo acusado por el atentado”. Pero Obradovic dijo que la mayoría de los miembros del “clan de Zemún”, como se conoce al grupo, huyeron. Sus viviendas fueron allanadas por la policía, que también se contactó con las fuerzas de seguridad de los países vecinos y otros estados europeos. El ministro del Interior, Dusan Mihajlovic, prometió tomar “medidas drásticas” contra los sospechosos. “Detendremos a todos los responsables y aniquilaremos a los que se resistan a la policía.”
El miércoles a la noche, a menos de doce horas del asesinato de Djindjic, el gobierno informó que Milorad Lukovic, “Legija”, es el líder de la organización que planeó y cometió el crimen contra el primer ministro. Lukovic fue jefe de las “boinas rojas”, una unidad especial de la policía serbia. Este grupo “intentó provocar caos, ausencia del Estado de derecho y miedo en Serbia”, declaró ayer el gobierno. Lukovic, hijo predilecto del ex presidente Slobodan Milosevic, se ganó la simpatía del actual gobierno al negarse a disparar contra los miles de manifestantes que en octubre de 2000 proclamaban la victoria electoral de la oposición en las calles de Belgrado. Pero cuando en junio del 2001 Djindjic ordenó que Milosevic fuese trasladado al Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia de La Haya, Legija y sus seguidores se pusieron en contra del gobierno.
“Esta banda delictiva es más fuerte que el Estado”, dijo ayer el vicepresidente serbio Zarko Korac, al fundamentar el estado de emergencia que declaró en Serbia el miércoles inmediatamente después del asesinato del premier. “Esta banda tiene políticos, jueces, abogados, policías, periodistas y mucho dinero”, acusó Korac. Según él, los miembros de la banda se habían enterado de que los iban a detener por su participación en decenas de asesinatos, secuestros y tráfico de drogas. Y ésta habría sido la razón por la que la banda decidió matar a Djindjic. Entre los detenidos estaría el ex jefe de la seguridad del Estado de Serbia, Jovica Stanisic y el ex comandante de la unidad especial antiterrorista (SAJ) Franki Simatovic.

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