EL MUNDO › LAS FUERZAS ALIADAS TOMARON UNA PEQUEÑA CIUDAD DEL SUR Y SIGUEN LOS ATAQUES

Con la angustia de saber que lo peor no llegó

La invasión norteamericana a Irak parecía ayer en un punto de suspenso. Aunque las fuerzas aliadas tomaron una pequeña ciudad del sur y se dirigían al norte, la principal actividad militar consistió en una nueva andanada de misiles contra Bagdad, sin que fuera claro el balance de daños de la primera.

“Lo único que puedo hacer es rezar”. Esta frase de un residente de Bagdad sintetizaba a la perfección el estado de ansiedad de los iraquíes. En el segundo día de la guerra contra Irak, el aluvión de bombas y misiles con los que amenazaron Estados Unidos y Gran Bretaña cayó sólo en cuentagotas. “Estamos realmente en el puro comienzo”, dijo el secretario de Defensa norteamericano, Donald Rumsfeld. Según fuentes norteamericanas, británicas y también iraquíes, 72 misiles Crucero cayeron sobre el oeste y sur de Bagdad buscando “objetivos específicos”, entre ellos el Ministerio de Planificación y la oficina del vicepremier iraquí Tarek Aziz, en una primera andanada de ataques aéreos. A las dos de la madrugada de hoy (hora local), comenzó una segunda andanada. Ya comenzó la invasión terrestre con la toma de la pequeña ciudad de Um Qasr y el avance hacia Basora (más de un millón de habitantes) y hay informaciones sobre el control británico y norteamericano en una “importante región” del oeste del país. Cerca del amanecer en Irak, se escucharon varias explosiones en Mosul (norte), la segunda ciudad del país. El jefe del Pentágono no se privó de volver a amenazar: “Este será un conflicto de una amplitud y de una escala que van más allá de lo que se ha visto en el pasado”.
Cuatro militares iraquíes murieron durante el primer bombardeo del día sobre Bagdad. En la capital iraquí aún no se declaró el toque de queda, pero salvo los milicianos del partido oficial Baath y miembros de las fuerzas de seguridad iraquíes atrincherados alrededor de los principales edificios oficiales, la ciudad está desierta. Gran parte de los edificios incendiados pertenecen al barrio donde se encuentra el Ministerio de Planificación iraquí, que fue prácticamente destruido. La segunda serie de misiles lanzados en la madrugada de Bagdad persiguieron la misma estrategia: atacar “objetivos específicos”, presumiblemente para “decapitar al régimen”. En este caso se trató de tres edificios de la orilla izquierda del río Tigris. La televisión de Qatar Al Jazeera mostró las primeras imágenes de Bagdad de civiles iraquíes heridos, entre los cuales había niños. En el oeste del país, según la radio pública israelí citando fuentes militares, fuerzas especiales británicas y norteamericanas, con apoyo aéreo, “controlan una importante región del oeste del país”, desde donde Irak lanzó misiles Scud sobre Israel en la Guerra del Golfo.
La invasión desde el sur comenzó con el avance de tropas norteamericanas y británicas sobre la ciudad de Um Qasr, a 50 kilómetros de Basora, que fue tomada con poco esfuerzo y 200 disparos de artillería pesada. Más tarde comenzó el disparo de misiles sobre Basora, una ciudad de 1,3 millones de habitantes muy castigada durante la Guerra del Golfo donde los iraquíes, según informes norteamericanos, ya habrían incendiado varios pozos petroleros y la refinería principal para dificultar el avance de las tropas. Seis misiles Scud iraquíes cayeron en respuesta en el desierto de Kuwait. Tropas británicas también atacaron la península de Al Faw, cercana a Um Qasr y Basora, en el corredor que lleva a la salida iraquí al Golfo Pérsico. Es una zona rica en petróleo y según informes norteamericanos, los iraquíes ya habrían incendiado la refinería principal de Basora para dificultar el avance de las tropas.
Según Rumsfeld, ya se observó la rendición de militares iraquíes durante el avance aliado. Aunque se trataría de guardias fronterizos en una región donde todavía no se presentó resistencia seria de parte de los iraquíes (los enfrentamientos de tropas no fueron intensos y no se divulgaron noticias de muertes), el jefe del Pentágono aclaró que “también hay altos responsables militares iraquíes (ejército regular, guardias republicanos, guardias especiales), que tienen más conciencia de lo que ocurrirá, que están en contacto con nosotros y que consideran cambiar de bando”. Rumsfeld también dijo que el VII Regimiento de Caballería había entrado al país en dirección noroeste para abrir el camino a la III División Mecanizada.
El jefe del Pentágono confirmó que la guerra comenzó de un modo no previsto por informes de inteligencia que indicaban la presencia de Saddam Hussein o de altos dirigentes de su régimen en ciertos edificios deBagdad, hacia donde se dirigieron los misiles Tomahawk, disparados desde buques en el Golfo Pérsico, y los aviones caza F-177A Stealth. La radio oficial iraquí informó que estos blancos fueron la residencia de la familia de Saddam Hussein y que los ataques dejaron cuatro militares muertos y seis heridos.
Respecto del ataque que supuestamente iba dirigido, en la primera ofensiva de la guerra, a Saddam Hussein u hombres y mujeres claves de su régimen, Rumsfeld especificó que “pudo haber fallado, pero los días de Saddam Hussein están contados”. Horas después de ese primer ataque, la televisión iraquí emitió un mensaje de Saddam, donde dijo que Irak iba a vencer. Ayer, fuentes del Pentágono que pidieron el anonimato confirmaron que según ellos se trataba, efectivamente, de Saddam, que no era uno de sus dobles pero que esto no prueba nada, porque pudo haberse tratado de “un mensaje grabado antes de los ataques”.
El vocero del Departamento de Estado norteamericano, Richard Boucher, dijo que su gobierno pidió la expulsión de los diplomáticos iraquíes a todos los países en los que existe tal representación. El Departamento del Tesoro norteamericano anunció que congelará los fondos no diplomáticos de Irak en Estados Unidos y pidió a todos los países que hicieran lo mismo.
El presidente norteamericano George Bush se reunió por la mañana con su gabinete. A la salida, habló de la importancia de cuidar a los ancianos de la tercera edad y de mejorar la educación de los niños. Se congratuló de la “coalición siempre creciente” que apoya a Estados Unidos en la guerra y finalizó: “Esta reunión nos permitió examinar nuestra estrategia para hacer del mundo un lugar más pacífico y que nuestro país sea un lugar más seguro, para hacer que la vida de nuestros ciudadanos sea lo más próspera posible”. La de los ciudadanos de Irak, viendo cada vez de más cerca cómo llega el infierno tan temido.

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El humo asciende del Ministerio de Planificación iraquí tras la primera ronda de ataques.
 
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