La multinacional de defensa italiana Finmeccanica firmó un contrato de colaboración en 2008 con las autoridades sirias para instalar el sistema de comunicaciones Tetra, usado con fines militares. Así lo revelaron algunos de los 2,4 millones de correos electrónicos del gobierno sirio, publicados ayer por el portal Wikileaks.

Mientras el fundador del sitio, Julian Assange, busca evitar su extradición del Reino Unido, Wikileaks divulgó correos –un número ocho veces mayor que los publicados en el Cablegate, como se denominó la filtración de cables de embajadas norteamericanas por parte de la plataforma, que a finales del año 2010 puso en jaque el prestigio de la diplomacia estadounidense y de otros países– que comprometen a altos funcionarios del gobierno sirio que transita una rebelión popular desde hace 16 meses y suma más de 10 mil muertos, según la Organización de Naciones Unidas (ONU). A pesar de que la violenta represión en Siria es cuestionada por una amplia coalición de países, encabezada por Estados Unidos, los mails corresponden a un período de seis años, cubren el primer año de la rebelión y no sólo comprometen a la cúpula siria sino, también, a algunos de sus más acérrimos críticos.

De la primera tanda de mails se desprende que la empresa Finmeccanica, gigante de la industria militar italiana, que provee armas al Pentágono, continuó asistiendo al gobierno de Bashar al Assad en telecomunicaciones. La asistencia, consistente en asesorías, capacitación de personal y suministros, continuó en medio de la sangrienta rebelión popular, según mails publicados por la página web del semanario italiano L’Espresso y el portal español Público, dos de los medios a los que Wikileaks dio los correos electrónicos. Como detallan éstos, en marzo de 2011, ingenieros de Selex Elsag, una filial de Finmeccanica, volaron a Damasco para asesorar al ejército sirio y proporcionarle accesorios para helicópteros. Además, en apenas tres años, Selex Elsag vendió 11.170 radios Puma T3 a los sirios y 3484 radios VS3000 para instalar en coches, 1407 para motocicletas, 60 para flota naval, 1602 terminales fijos FC3000 y otros 30 AS3000 para helicópteros. La información publicada detalla que Finmeccanica no decidió en ningún momento dar marcha atrás cuando se iniciaron las protestas e indica que colaboró indirectamente con compañías vetadas por el embargo de la Unión Europea, como la Syrian Petroleum Company (SPC).

“WikiLeaks empezó a publicar los archivos de Siria, más de dos millones de correos electrónicos de figuras políticas sirias, ministerios y compañías asociadas que datan de agosto de 2006 a marzo de 2012”, anunció la portavoz de Wikileaks, Sarah Harrison, en una rueda de prensa en Londres. Pero el fundador del sitio web fue más explícito en un comunicado enviado desde la Embajada de Ecuador, donde se encuentra refugiado desde hace más de dos semanas a la espera de una respuesta del gobierno de Quito sobre su solicitud de asilo, consecuencia de una complicada batalla judicial para evitar ser extraditado a Suecia, donde debe afrontar las denuncias de dos mujeres que lo acusan por un supuesto abuso sexual durante una estadía en Estocolomo en 2010. “El material es embarazoso para Siria, pero también lo es para los opositores externos de Siria”, declaró el australiano de 41 años, quien considera que las acusaciones de las que es objeto constituyen en realidad una venganza de Washington por las anteriores filtraciones, y teme que las autoridades norteamericanas soliciten su extradición si es entregado a Suecia. “Nos ayuda simplemente a no criticar a un grupo o a otro sino a entender sus intereses, acciones y pensamientos. Sólo a través de un entendimiento de este conflicto podemos pensar en resolverlo”, agregó.

En un texto publicado en Internet, Wikileaks señaló que los correos, escritos en varios idiomas, arrojan luz sobre el funcionamiento interno del gobierno sirio y la economía, pero también revelan cómo Occidente y las empresas occidentales dicen una cosa y hacen otra.

Horas antes del anuncio de la filtración, el canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, dijo que en el gobierno ecuatoriano aún se analiza la solicitud de asilo para Assange y señaló ayer que el gobierno del presidente Rafael Correa argumentará en un “voluminoso documento” la decisión que tome con relación al pedido. Luego subrayó que siguen estudiando seriamente el caso y se tomarán el tiempo para adoptar una decisión que será suficientemente fundamentada. El canciller señaló, además, que siguen recogiendo información sobre las supuestas acusaciones que Assange tiene en Suecia.