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Los abogados de José Dirceu y otros encumbrados miembros del Partido de los Trabajadores (PT) preparan un contraataque en el juicio por corrupción abierto la semana pasada en el Supremo Tribunal Federal. Un “ejército de 150 abogados” ultima sus argumentos para rebatir, a partir de hoy, las acusaciones del procurador general de la República contra una “gavilla”, encabezada por el ex superministro Dirceu, que al parecer sobornó congresistas en el marco del escándalo del “mensalao”, publicó ayer el diario O Globo.

Dirceu fue el jefe de Gabinete del ex presidente Luiz Lula da Silva entre 2003 y 2005, cuando renunció bajo sospecha de corrupción y ser el jefe de la “asociación ilícita”, conocida como el “mensalao” (pago mensual de sobornos) que al parecer permitió que parlamentarios opositores voten leyes, como la de la reforma previsional, enviadas por el Ejecutivo. Está previsto que hoy mismo el abogado defensor de Dirceu, José Luiz de Oliveira Lima, sea el primero en exponer sus argumentos contra las imputaciones del procurador general Roberto Gurgel, que lo sindicó como el jefe de una “sofisticada red de corrupción”.

Según el procurador, Dirceu era al mismo tiempo el hombre fuerte del PT y el ministro más influyente del gabinete, y en una muestra de impunidad llegó a pactar acuerdos ilegales en el propio Palacio del Planalto, en oficinas próximas a las del ex mandatario Lula. El defensor de Dirceu, Oliveira Lima, es considerado uno de los abogados mejor pagos de Brasil y ha comandado varios casos de impacto nacional, al igual que el ex ministro de Justicia durante el gobierno de Lula, el doctor Marcio Thomas Bastos, otros de los letrados contratados para los 36 acusados en la “megacausa”. La supuesta carencia de “material probatorio” será el eje de las piezas de defensa de los abogados de Dirceu, y también de José Genoíno, ex presidente del PT, y Delubio Soares, quien era tesorero del partido de Lula y la presidenta Dilma Rousseff.

Según Estado de Sao Paulo, nadie se arriesga a afirmar cuál será el veredicto de los 11 ministros del Supremo Tribunal Federal sobre los 36 imputados. “El Supremo parece que en cualquier momento se va a incendiar, nunca se ha visto una guerra de nervios y un clima de presiones como el que vimos este jueves y viernes. Hay muchos intereses políticos en juego en este proceso. No recuerdo discusiones tan agresivas al comenzar un juicio”, observó el profesor de derecho constitucional Leonardo Barreto, de la Universidad de Brasilia.

Los principales diarios dominicales dedicaron extensas coberturas a la “batalla” jurídica que a partir de esta semana desarrollará el segundo capítulo del “juicio del año”, el cual debe prolongarse durante por lo menos un mes, y concluirá probablemente poco antes de los comicios municipales del 7 de octubre.