EL MUNDO
Los opositores de siempre contra Bush (menos uno)
Alemania apoyó el proyecto de resolución que Estados Unidos presentó ante la ONU para quitar las sanciones a Irak. Rusia y China piden correcciones del texto. Francia reclama una mayor participación de la ONU en la reconstrucción de Irak.
La Casa Blanca detectó un “clima diferente” en el Consejo de Seguridad de la ONU hacia su proyecto de resolución presentado para levantar las sanciones impuestas a Irak tras la guerra del Golfo en 1991. Es que Alemania está de acuerdo con la iniciativa, a la que interpreta como un paso favorable en las negociaciones, y así se distancia de las posiciones de Rusia, China y Francia que reclaman corregir sustancialmente el borrador. O sea, los mismos actores que se habían opuesto a la resolución sobre el desarme de Irak y la posterior ofensiva angloamericana en ese país del golfo mantienen su posición, menos uno.
Alemania manifestó ayer, durante la visita que realizó a Berlín el secretario de Estado estadounidense, Colin Powell, su disposición a facilitar el consenso en el Consejo. “Somos de la opinión de que las sanciones que se impusieron en su día, después de lo ocurrido (la guerra) ahora no tienen sentido y deben ser levantadas lo más rápidamente posible”, dijo el canciller alemán Gerhard Schroeder tras reunirse con Powell. “El proyecto de resolución marca el buen camino para la obtención de un acuerdo”, declaró el ministro alemán de Asuntos Exteriores, Joschka Fischer, luego de verse con el diplomático estadounidense, en la primera visita desde la guerra de Irak. Hasta ahora, Alemania, así como Francia, Rusia y China –miembros del Consejo con derecho a veto–, habían rechazado la propuesta de Washington de eliminar las sanciones hasta que los inspectores de la ONU certificaran que Irak está libre de armas de destrucción masiva. La diferencia de posiciones se explica por lo siguiente: Rusia, Francia y China tuvieron relaciones comerciales con el derrocado gobierno de Saddam Hussein y existe una deuda iraquí con esas naciones. Si Estados Unidos ejerce el control de la economía de Bagdad, buscará la condonación de la deuda del país ocupado.
El portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, subrayó que “no hay razones para imponer sanciones”, tras el derrocamiento de Saddam Hussein, y que ahora se trata de “cómo ayudar al pueblo de Irak lo más rápido posible, de manera que puedan asumir su propio futuro y sus propias vidas”. Fleischer expresó su confianza en que el problema esté resuelto antes del próximo 3 de junio, día en que expira el programa de “Petróleo por alimentos” de la ONU, que hasta la fecha ha sido la única vía legal de los iraquíes para comerciar con el exterior.
Por su parte, Rusia y China pidieron “importantes correcciones” al proyecto de resolución para la ONU presentado por Estados Unidos para el levantamiento de las sanciones en Irak, mientras que Francia quiere hacer “propuestas constructivas”. Según Rusia y China, debe explicarse con mayor claridad cuándo se cederá el gobierno a los iraquíes y quién controlará en el futuro la exportación del petróleo, dijo el viceministro ruso del Exterior, Yuri Fedotov, ayer en Moscú, tras conversaciones con diplomáticos chinos. “El proyecto de resolución actual es un serio problema para nuestros países”, subrayó Fedotov, y necesita “importantes correcciones”. Al mismo tiempo, el diplomático ruso se mostró confiado en que se llegará a un acuerdo en el Consejo de Seguridad.
El ministro francés de Relaciones Exteriores, Dominique de Villepin, declaró ayer que “deseamos que Naciones Unidas pueda protagonizar un papel central, porque pensamos que así podremos lograr las mayores garantías de eficiencia y éxito”.
Los comentarios fueron realizados un día después de que Estados Unidos modificara su propuesta original –que no varía mucho– para dar a la ONU un papel más importante en la construcción de un nuevo gobierno iraquí, pero sin dejarle un lugar central y manteniendo, en cambio, el poder de las fuerzas que lideraron la ofensiva que combatió a Saddam Hussein. El nuevo borrador de resolución propone que el secretario general de la ONU, Kofi Annan, designe un coordinador especial que reporte regularmente al Consejo. Annan pretende que esa tarea quede en manos de su Alto Comisionado para Derechos Humanos, el brasileño SergioVieira de Mello, dijeron diplomáticos de la ONU que afirmaron que Estados Unidos ya expresó su aprobación al funcionario.