El film que difama al profeta Mahoma y que provocó protestas en más de 30 países musulmanes generó ayer más violencia frente al Consulado de Estados Unidos en Pakistán. Según los manifestantes, los incidentes dejaron un saldo de al menos un muerto y 16 heridos. La sureña ciudad de Karachi, la más grande de Pakistán, fue escenario de la protesta donde los manifestantes lanzaron piedras contra los agentes en su marcha hacia la sede diplomática. Las imágenes de la cadena Geo TV mostraron a los policías realizando disparos de advertencia mientras la multitud cargaba contra el edificio amurallado del Consulado. Liaquat Hussain, vocero del grupo de activistas chiítas, dijo que un manifestante murió y varios resultaron heridos, información que no fue confirmada por la policía. El eje de la protesta, como sucede desde el martes, fue el rechazo a la película antiislámica La inocencia de los musulmanes.

El cuestionado video, de 14 minutos de duración, se podía ver en YouTube desde julio. Pasó desapercibido hasta que la emisora islámica egipcia Al Nas lo emitió. El canal satelital, popular entre los fundamentalistas musulmanes, debate regularmente sobre temas de política actual e invita a sus espectadores a concursos donde se recita el Corán. Así fue como la película, producida en Estados Unidos, presuntamente por un cristiano copto islamófobo que ya fue interrogado por la policía norteamericana, obtuvo resonancia. La cinta presenta a Mahoma como un luchador sangriento, mujeriego, pedófilo y tonto. En otras provocativas escenas, aparece declarando a un burro como el primer animal musulmán o permite el abuso de niños. Pakistán había condenado el video: el parlamento nacional y los regionales aprobaron resoluciones en contra del provocativo material.

Por otra parte, un grupo de manifestantes se concentró ayer ante la Embajada de Estados Unidos en Turquía y quemó una bandera de ese país. Los manifestantes, divididos en dos grupos, convocados por un grupo islamista y por una organización política obrera, corearon consignas contra la ingerencia de Estados Unidos en Siria.

En la concentración se vieron pancartas con lemas como “¡América asesina!” o “¡Fuera de Turquía!” Con cañones de agua, efectivos antidisturbios de la policía cortaron la calle en la que se encuentra la embajada y mantuvieron a los manifestantes a cien metros de la sede diplomática. El grupo se disolvió finalmente luego de manifestarse durante una hora. La protesta coincidió con la visita a Turquía del jefe del Estado Mayor del Ejército, el general Martin Dempsey, quien tratará con las autoridades turcas la actual situación en Siria y cuestiones bilaterales de defensa. El mismo secretario de Defensa norteamericano reveló que Estados Unidos está desplegando a sus fuerzas en 18 puntos estratégicos del mundo musulmán para poder actuar con la velocidad que se requiere. En declaraciones a la revista Foreign Policy, Leon Panetta, que no mencionó países, dijo que preocupa que grupos terroristas puedan aprovechar la coyuntura de cierto vacío de poder que genera la transición en algunas naciones, a partir de la Primavera Arabe, para atacar posiciones de debilidad.

Asimismo, el jefe del grupo chiíta libanés Hezbolá, Hasan Nasralá, instó a los libaneses a manifestarse contra el video ofensivo con el profeta. “Deben mostrar al mundo entero, mañana y los días que siguen, su cólera”, dijo en un discurso retransmitido por la cadena de televisión libanesa Al Manar. Nasralá convocó a una protesta para hoy en los barrios del sur de Beirut, y otras manifestaciones para el miércoles en Tiro (sur), el viernes en Baalbeck (este), el sábado en Bint Jbeil (sur) y el domingo en Hermel (noreste). Para Nasralá, la película atenta contra el Islam como religión y contra Mahoma. “No es suficiente expresar su rabia frente a las embajadas de los Estados Unidos, es necesario hacer presión sobre sus dirigentes para que actúen”, afirmó el líder de Hezbolá. Nasralá responsabilizó de orquestar lo sucedido a la inteligencia norteamericana y a las autoridades de ese país de utilizar la excusa de la libertad de expresión para justificar la difusión del video.

“Lo peor es que los sitios de Internet continúan difundiendo ese video y rechazan retirarlo. Esto necesita una decisión por parte de la umma (nación) islámica”, exigió. En su opinión, ese acto fue peor que la profanación del Corán y de la mezquita de Al Aqsa (en Jersualén) en 1969, ya que su objetivo es crear un conflicto interconfesional. Además, acusó a la entidad sionista, al escritor británico Salman Rushdie y al pastor norteamericano Terry Jones de estar detrás de ese ataque e instó a cristianos y musulmanes a permanecer vigilantes y no dejarse llevar a la lucha. En cuanto a la posible tensión religiosa, dijo que el Líbano está fortificado y demostró ser un ejemplo de convivencia islámico-cristiana durante la visita del papa Benedicto XVI al país, recorrida que finalizó ayer. Estimó, además, que los cristianos pueden desempeñar un papel importante para hacer frente a esa agresión y pidió al gobierno libanés y a los líderes religiosos obrar para poner fin a esa situación de violencia.