EL MUNDO
Pasajeros de una pesadilla en la región del Cáucaso
Una atacante se inmoló contra un micro militar en la república caucásica Osetia del Norte, matando a 18 e hiriendo a 16, entre militares y civiles. Las sospechas recayeron en el separatismo checheno.
Chechenia se niega a ser pacificada. Al menos 18 personas murieron y 16 resultaron heridas luego de que una atacante suicida detonara su carga explosiva contra un ómnibus militar a la salida de la ciudad Mozdok, en Osetia del Norte (vecina a Chechenia), donde se encuentra una de las más importantes bases militares del Cáucaso del Norte. El ataque es un fuerte revés para las autoridades rusas que buscan la normalidad de la región. Los servicios de seguridad rusos responsabilizaron a la guerrilla separatista chechena. Hace una semana presuntos rebeldes chechenos perpetraron el último de una seguidilla de atentados en la zona.
El vehículo llevaba personal militar y civil rumbo a un aeropuerto militar cercano a Chechenia. Un funcionario del Ministerio del Interior regional dijo que 19 personas murieron en el atentado, incluyendo la atacante, mientras los fiscales rusos indicaron que los muertos fueron 16. Las circunstancias del ataque eran objeto de informaciones disímiles horas después de sucedido el incidente. Según un policía de Mozdok, una mujer de unos 40 años subió al autobús donde viajaban pilotos, otros militares y empleados civiles de la base aérea de Mozdok. La mujer habría gritado “Alá Akbar” (Alá es el supremo) antes de hacer estallar la carga que llevaba en la cintura. Pero fuentes judiciales informaron, por el contrario, que el vehículo se había detenido cuando una mujer vestida de enfermera se acercó y detonó la carga explosiva que llevaba. Y el primer ministro de Osetia del Norte, Mijail Shatalov, dijo que la mujer se arrojó debajo del vehículo antes de estallar los explosivos, tomando la versión de la agencia Interfax.
Entre seis y ocho pasajeros del micro que transportaba unos treinta murieron instantáneamente y los otros, durante su traslado al hospital. Quince personas fueron hospitalizadas, varias de ellas en estado muy grave, según el ministro de Situaciones de Urgencia de Osetia del Norte, Boris Dzgoyev, citado por Itar Tass. Las cadenas de televisión rusas mostraron imágenes de los cadáveres cubiertos con lienzos blancos junto a los restos del micro, con múltiples daños por la metralla cerca de una de las puertas y con casi todos los vidrios destrozados. Según el fiscal regional Alexander Begulov, el Canal Uno de televisión dijo que la mujer detonó una bomba cuya metralla estaba formada por rodamientos de bolas. Entre los pasajeros había personal aeronáutico y auxiliar de la base de Prokhladny, situada a seis kilómetros de Mozdok, dijo el ministro Dzgoyev. Agregó que eran miembros de una unidad que vigila el sur de Rusia.
En cuanto a la autora del atentado, no existían índices para afirmar que sería chechena, aun cuando era el parecer de la mayoría de los policías que hacían valer las similitudes con otros hechos semejantes, destacó el fiscal. El ataque no fue reivindicado, mientras que en Moscú un portavoz del movimiento separatista checheno Aslan Masjadov negó que la comandancia de los rebeldes haya ordenado el ataque. “No aceptamos estos actos”, indicó Salambek Maigov a la radio Eco de Moscú.
Los ómnibus son a menudo blanco de atentados de los rebeldes chechenos, y suelen ser perpetrados mediante minas accionadas por control remoto. También han copiado de los grupos terroristas en Medio Oriente el uso de atacantes suicidas, entre ellos también mujeres, para cometer atentados. El viernes pasado, tres personas murieron y otras nueve resultaron heridas al estallar una bomba al paso de un autobús transportando obreros a Grozny. A mediados de abril, dos atentados suicidas provocaron unos 80 muertos, mientras que dos ataques contra convoyes militares rusos dejaron por lo menos doce muertos en la segunda quincena de mayo en Chechenia.