Los delegados de las dos Coreas se reunieron ayer en la aldea fronteriza de Panmunjom (foto) para preparar futuras negociaciones de alto nivel, en los primeros contactos bilaterales en años y tras meses de tensiones militares alimentadas por las ambiciones nucleares de Corea del Norte. Las discusiones, organizadas en el lugar preciso donde se firmó el armisticio que puso fin a la Guerra de Corea, duraron dos horas. Los jefes de la delegación volvieron a reunirse por la tarde para realizar nuevas consultas. “La atmósfera general fue tranquila y la discusión se llevó a cabo sin obstáculos”, declaró el vocero del ministerio surcoreano de Unificación, Kim HyungSeok.

Los delegados hablaron del orden del día, el lugar y el calendario para un primer encuentro a nivel ministerial, el primero desde 2007, que podría llevarse a cabo el miércoles en Seúl. La agenda debe centrarse en la restauración de las relaciones comerciales bilaterales suspendidas, incluyendo la reapertura del complejo industrial intercoreano de Kaesong, situado 10 kilómetros al norte de la frontera cerrada por Pyongyang en abril, cuando las tensiones en la península estaban en su punto más candente.Los contactos de Panmunjon se producen horas después de terminada la cumbre entre el presidente estadounidense Barack Obama y su homólogo chino Xi Jinping en California. Los dos dirigentes constataron su convergencia sobre la situación norcoreana y afirmaron estar plenamente de acuerdo sobre los objetivos de desnuclearización de la península, según el consejero de seguridad nacional estadounidense, Tom Donillon.

China es el único aliado de peso de Corea del Norte, pero se mostró irritado por la agresividad de los últimos meses del joven dirigente de la dinastía comunista norcoreana, Kim JongUn. China, que mantiene bajo asistencia económica a Corea del Norte, votó en las Naciones Unidas las últimas sanciones contra el régimen. El giro radical e inesperado de Corea del Norte, que el jueves propuso abrir un diálogo con el Sur, fue favorablemente recibido, aunque algunos especialistas piden prudencia.