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Los partidos conservadores portugueses llegaron ayer a un acuerdo para formar una coalición de gobierno. De esta forma se evita una nueva crisis institucional, luego de la renuncia del canciller y presidente de una de las dos fuerzas políticas en el poder en Lisboa. El primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, se reunió durante más de una hora con el presidente de la República, el también conservador Aníbal Cavaco Silva, para presentarle el entendimiento con los democristianos, que estaba en negociaciones tras la dimisión de su líder, Paulo Portas, como canciller.

El Partido Social Demócrata de Passos Coelho y el Centro Democrático Social Partido Popular de Portas tienen previsto reunirse hoy con los máximos dirigentes de cada fuerza para discutir el contenido del acuerdo.

Ambos líderes conservadores se reunieron ayer, por segunda vez esta semana, para solucionar sus diferencias y evitar la caída del gobierno en medio de una profunda crisis económica y con la presión de los plazos establecidos por la llamada troika europea (el FMI, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea).

La posibilidad de que el gobierno portugués perdiera la mayoría absoluta parlamentaria que le dan los dos partidos conservadores desencadenó el martes pasado una de las peores caídas de la Bolsa de Lisboa, del 5,5 por ciento, y disparó los intereses de la deuda nacional por encima del 8 por ciento. Alarmados por unas negociaciones que prometían extenderse a pesar de la crisis económica, el presidente Cavaco y el gobernador del Banco de Portugal, Carlos Costa, llamaron hoy al consenso para no poner en peligro la recuperación económica del país.