EL MUNDO › INSPECTORES DE LA ONU INVESTIGARáN DESDE HOY LA PRESUNTA UTILIZACIóN DE ARMAS QUíMICAS EN UN SUBURBIO DE DAMASCO

Siria aceptó la inspección en la zona del ataque

El régimen sirio negó haber usado armas químicas que causaran la muerte de 1300 personas, mientras que Estados Unidos dijo que existen muy pocas dudas de que no las haya utilizado. Washington y Londres no descartaron una acción militar.

Siria se mostró dispuesta a abrir sus fronteras a los organismos internacionales. El gobierno de Bashar al Assad aceptó el ingreso de los inspectores de las Naciones Unidas para que comiencen a investigar hoy la presunta utilización de armas químicas en Ghouta, un suburbio de Damasco. Este giro de estrategia se produce en momentos en que la comunidad internacional acentúa su presión sobre el régimen de Al Assad, sopesando una eventual acción militar. Frente a la amenaza de una intervención armada, Rusia, vieja aliada del mandatario sirio, pidió ayer a Estados Unidos que evite un error trágico y advirtió a los occidentales sobre la posibilidad de que se repita la aventura de Irak. Desde Washington señalaron previamente que existen muy pocas dudas sobre el uso de armas químicas en Siria, un hecho que durante mucho tiempo EE.UU. no quiso o no pudo afirmar.

La ONU confirmó que sus expertos acudirán hoy a los lugares cercanos a Damasco, donde se produjo el ataque del 21 de agosto y en el que la oposición siria acusa al régimen de haber utilizado armas no convencionales para matar a 1300 civiles. El organismo indicó que se dará prioridad absoluta a esta investigación. Sin embargo, el gobierno de Barack Obama consideró que la autorización del gobierno sirio es demasiado tardía para ser creíble. Moscú, en tanto, pidió a la oposición que permitiera a los inspectores investigar con total seguridad.

El equipo de la ONU, encabezado por el sueco Ake Sellstrom, ya estudia si se emplearon armas químicas en tres diferentes ubicaciones en Siria, aunque el organismo internacional recibió hasta catorce informes distintos de su posible uso. Esta decisión se produce tras el encuentro en Damasco del ministro sirio de Exteriores, Walid al Muallem, con la representante de la ONU para Asuntos de Desarme, Angela Kane. “Un acuerdo fue concluido hoy (por ayer) en Damasco entre el gobierno sirio y las Naciones Unidas durante la visita de la alta representante de la ONU para el desarme, Angela Kane, para permitir que el equipo de ese organismo, dirigido por el profesor Ake Sellstrom, investigue acerca de las acusaciones de utilización de armas químicas en la provincia de Damasco”, confirmó la Cancillería siria.

Según el jefe de la diplomacia Al Muallem, su gobierno quiere cooperar con los equipos de inspectores para demostrar que las acusaciones de los rebeldes sobre la utilización por las tropas sirias de armas en la región de la Ghuta oriental son falsas.

De manera excepcional, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, habló por teléfono el jueves con Al Muallem para exigirle al gobierno de Al Assad que garantice un acceso inmediato y sin trabas al lugar de los ataques a los inspectores de la ONU, presentes en Siria desde hace varios días, para investigar acusaciones anteriores sobre el uso de arsenal químico. El régimen sirio, que compara las incursiones rebeldes con acciones vinculadas al terrorismo, negó haber usado ese tipo de armas y acusó a los insurgentes de haber empleado gas tóxico anteayer en Jobar, un barrio ubicado en la periferia de Damasco. La oposición, por su parte, salió a negar esta afirmación.

Al mismo tiempo que se conocía la intención de Siria de permitir el ingreso de funcionarios de la ONU, comenzaba una serie de contactos internacionales, al más alto nivel, para preparar una respuesta seria contra Damasco. En este sentido, Washington y Londres no descartaron, incluso, la opción militar. En el marco del intercambio de acusaciones, el presidente francés, François Hollande, estimó que existe un conjunto de indicios que señalan que el ataque del miércoles cerca de Damasco fue de índole química y que todo lleva a pensar que el régimen es responsable. El canciller francés, Laurent Fabius, afirmó ayer en rueda de prensa en Jerusalén que no hay ninguna duda sobre el ataque con armas químicas cerca de Damasco y sobre la responsabilidad total del régimen sirio.

Del mismo modo, señaló que no se comprendería que a partir del momento en que los hechos están establecidos, no haya una fuerte reacción de la comunidad internacional. El presidente Obama, y el primer ministro británico, David Cameron, conversaron por teléfono el sábado y expresaron su profunda preocupación ante indicios cada vez más importantes que apuntan a Al Assad. “La utilización significativa de armas químicas merecería una respuesta seria de la comunidad internacional”, estimó Londres. El secretario de Defensa estadounidense, Chuck Hagel, declaró que el Pentágono moviliza fuerzas para una posible acción militar contra Siria en caso de que opte por esta medida.

Los aliados de Al Assad también reaccionaron ante estos movimientos. El general Masud Jazayeri, miembro del Estado Mayor del ejército iraní, advirtió a Estados Unidos sobre la posibilidad de que se generen graves consecuencias si lleva a cabo una intervención militar.

Rusia llamó, a aquellos que intentando imponer sus propios resultados de la investigación a los expertos de la ONU plantean la posibilidad de una operación militar en Siria, a demostrar sensatez y no cometer un error trágico. “Todo esto sólo puede recordarnos a los acontecimientos de hace diez años, cuando –usando como pretexto informaciones falsas sobre la presencia de armas de destrucción masiva en Irak– Estados Unidos, esquivando a la ONU, se embarcó en una aventura de la que todo el mundo conoce ahora las consecuencias”, advirtió en un comunicado Alexander Lukashevich, portavoz de la diplomacia rusa.

A todo esto, el frente yihadista Al Nosra, grupo cercano a Al Qaida, prometió atacar las ciudades alauitas, corriente del chiísmo a la que pertenece Bashar Al Assad, como venganza por el ataque químico. El gobernador de la provincia de Hama (centro), Anas Abdel Razaq al Naem, murió ayer en un atentado con coche bomba en el barrio de Jarajima, informó la televisión oficial, que atribuyó el ataque a los rebeldes. Además, está previsto que hoy se reúnan en Ammán los jefes militares de Estados Unidos, Jordania, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Canadá, Turquía, Arabia Saudita y Qatar.

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El giro del régimen de Al Assad se produce en medio de la presión mundial tras conocerse las imágenes de los muertos.
Imagen: EFE
 
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