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Al menos dieciocho personas fueron arrestadas ayer en el País Vasco por pertenecer a un grupo de apoyo a los presos de la organización separatista ETA. El operativo fue considerado contraproducente para la paz por el gobierno vasco. La mayoría de los arrestos tuvo lugar en el transcurso de una reunión de la cúpula dirigente de la plataforma que se celebraba en la localidad vasca de Hernani, según informó el Ministerio del Interior. La organización, denominada Herrira, es considerada la sucesora de las ilegalizadas Gestoras Pro Amnistía y Askatasuna, que apoyaban a los presos etarras y defendían su status de prisioneros políticos. El Ministerio del Interior español afirma que Herrira ocupó el vacío legal dejado por sus antecesoras para que ETA cuente nuevamente con una organización legal que le permita continuar manteniendo el control y la cohesión de sus presos.

Los miembros de la plataforma, nacida a principios de 2012, están acusados de pertenecer a ETA, enaltecer el terrorismo y financiarlo, según fuentes de la Audiencia Nacional de España, a cargo de la investigación. Herrira es actualmente la organización próxima a ETA con mayor capacidad de movilización y activación social, subraya el comunicado ministerial.

Por orden judicial, en el marco del operativo policial, se cerraron 32 perfiles de Twitter, 125 perfiles de Facebook y 38 páginas web, además de ordenarse el bloqueo de las cuentas bancarias de Herrira, “un auténtico tentáculo de ETA”, como la definió el titular de la cartera de Interior, Jorge Fernández Díaz, al celebrar el éxito de la operación. Los responsables de seguridad indicaron que durante el verano, coincidiendo con las fiestas patronales del País Vasco y Navarra, Herrira desplegó de forma masiva e impune una campaña de convocatoria y celebración de actos de homenaje y justificación de los presos de ETA que provocó humillación y desprecio de las víctimas, que presentaron numerosas denuncias.

La investigación llevaba varios meses –según fuentes judiciales–, pero el operativo se desarrolló justo después de que ETA publicara un comunicado en el que pedía a la sociedad vasca que se hiciera oír y avanzara en acuerdos sobre la soberanía y paz, para que los Estados español y francés den pasos en ese sentido. El comunicado, difundido el sábado, llegó casi dos años después de que ETA declarara el cese definitivo de sus actividades armadas, en octubre de 2011, y en plena escalada del conflicto secesionista de Cataluña.

Hace tiempo que se especula con la posibilidad de que la organización separatista anuncie la entrega de sus armas antes de Navidad. El texto difundido, sin embargo, no dice nada al respecto. Mientras la sociedad civil vasca y mediadores intentan crear puentes para que se produzca algún tipo de avance hacia la paz y la reconciliación, con la implicación de algunos partidos vascos y españoles de la izquierda parlamentaria, el gobierno de Mariano Rajoy y el Poder Judicial continúan actuando policialmente contra ETA y su entorno.

“El operativo contra Herrira es una mala noticia, un paso atrás”, sostuvo el vocero del gobierno regional vasco, Josu Erkoreka, del moderado Partido Nacionalista Vasco (PNV). Erkoreka denunció que se toman medidas propias del pasado, al tiempo que reclamó mantener la altura a los poderes centrales, así como al judicial, y desarrollar una política de Estado para la paz. La coalición soberanista Amaiur también condenó las detenciones.

Tras más de 50 años de actividad, la lucha armada de ETA para crear un Estado vasco independiente de España y Francia dejó unos 850 muertos.