EL MUNDO › CENSURA AL INFORME SOBRE EL 11-S
No toquen al saudita
Hay más desinformaciones para este boletín. La Casa Blanca retiró del informe sobre los fallos de los servicios de espionaje de EE.UU. antes de los atentados del 11 de septiembre de 2001 una alusión al dinero saudita que sus autores pudieron recibir, según The New York Times. El diario neoyorquino informó en su edición de ayer que en el informe de unas 900 páginas que difundió el jueves el Congreso de EE.UU. se eliminó una sección en la que se aseguraba que pudo existir una conexión financiera entre el gobierno de Riad y Al-Qaida.
En esa sección, según fuentes legislativas citadas por el Times, se ponía de manifiesto que funcionarios de alto nivel del gobierno de Riad entregaron cientos de millones de dólares a organizaciones de caridad y otros grupos, que pudieron ayudar a financiar los atentados de Nueva York, Washington y Pensilvania. Estas fuentes expresan su malestar con la decisión de la Casa Blanca y consideran que el intento de la administración del presidente George W. Bush de proteger a la familia real saudita ha impedido que la opinión pública de EE.UU. conozca datos fundamentales sobre la preparación y comisión de los atentados. El presidente norteamericano y su padre, quien también ocupó la Casa Blanca entre 1989 y 1993, mantienen desde hace años una estrecha relación personal y empresarial con miembros de la realeza y del gobierno saudita debido a sus negocios en el sector del petróleo.
El periódico asegura también que el embajador saudita en EE.UU. y amigo personal de los Bush, el príncipe Bandar Bin Sultán, presionó para que no se incluyera en el informe la alusión a su país al considerar que no hay evidencias de que exista la conexión con Al-Qaida. El diplomático afirma que Arabia Saudita “ha sido uno de los socios más activos en la guerra contra el terrorismo” y considera que “la idea de que el gobierno saudita financió o supo sobre el 11-S es malintencionada y descaradamente falsa”. Bin Sultán señala que “Al-Qaida es un culto que persigue la destrucción tanto de Arabia Saudita como de EE.UU.” y lamenta que “28 páginas retiradas de un informe sean utilizadas por algunas personas para calumniar a nuestro país y a nuestro pueblo”. Pero la conexión entre Arabia Saudita y Al-Qaida es obvia: no sólo Osama bin Laden es saudita sino que muchos sectores de la Casa Real financian al extremismo.