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Por Horacio Raña

Schafik Handal, candidato presidencial del Frente Farabundo Martí (FMLN), la ex guerrilla salvadoreña devenida en partido político, dijo que quiere mantener una relación de respeto mutuo con Estados Unidos, no obstante lo cual reafirmó la pertenencia de izquierda de su fuerza. En un reportaje, Handal habló del proyecto de gobierno y de su larga militancia como político y guerrillero, ya que fue uno de los cinco miembros de la comandancia general en las épocas armadas del FMLN y conductor del equipo negociador que logró los acuerdos de paz con el gobierno 15 años atrás.
–¿Se define más cercano de Lula da Silva y Hugo Chávez que de Alvaro Uribe y Alejandro Toledo?
–No me gustan ese tipo de definiciones porque si bien hay que aprovechar los buenos ejemplos, las copias nunca son buenas. Y en El Salvador existe un espejo: Arena está hace 14 años y medio en el poder, copió el modelo neoliberal y causó un desastre económico y social.
–Me refería a que en América latina se habla de un nuevo eje con un Mercosur fuerte a través de Néstor Kirchner y Lula, una preponderancia de Chávez, la buena elección del PRD en México...
–Si llegamos al gobierno, nuestra política exterior tendrá un alto espíritu latinoamericanista y centroamericanista. Vamos a estrechar mucho la relación con el Mercosur, el Pacto Andino y con el Caribe.
–¿Van a reanudar relaciones diplomáticas con Cuba?
–Por supuesto, no puede ser que seamos casi el único país en América latina que no tenga relaciones con Cuba sólo por una actitud servil del gobierno de derecha. También vamos a abrir relaciones con China, Vietnam y con otros países de Asia.
–¿Y con EE.UU.? Porque ustedes se siguen considerando una fuerza política de izquierda.
–Claro que somos de izquierda y por eso con Estados Unidos vamos a seguir haciendo esfuerzos para tener una relación amistosa y al mismo tiempo de respeto mutuo. La idea es diversificar las relaciones con Europa y Asia, ya que en este momento El Salvador tiene sólo 26 embajadas y 52 consulados, la mayoría en Estados Unidos y Canadá.
–Pocos días atrás tuvieron reuniones con funcionarios y parlamentarios estadounidenses. ¿Qué impresión cree que tienen del FMLN?
–Nuestra delegación tuvo una buena acogida y logró establecer un diálogo directo, especialmente en temas en los que existen diferencias entre ambos países.
–¿Prometieron no revertir el proceso de dolarización?
–Sí, pero al mismo tiempo planteamos el bimonetarismo porque para rescatar la soberanía monetaria es necesario que vuelva a circular el colón, la moneda nacional. Y al mismo tiempo, somos conscientes de que hay mucha gente a la que le conviene tener cuentas bancarias y créditos en dólares y que los emigrantes salvadoreños –que son un poco más del tercio de la población total– envían 2000 millones de dólares anuales en remesas.
–En Nicaragua existe una experiencia similar de transformación de una guerrilla en partido político, aunque con escasa suerte. ¿Cómo van a hacer para no mimetizarse con el sistema como le sucedió al sandinismo?
–Fíjese que de lo que estamos siendo acusados es exactamente de lo contrario: de que no nos hemos asimilado al sistema. Sin embargo, hace ya 15 años que estamos en este plano legal, desde hace dos períodos tenemos la fracción de diputados más numerosa y llegamos a tener más de 80 alcaldías donde viven los dos tercios de la población. Nuestra conducta no puede asimilarse a ese tipo de conceptualización.
–¿Temen una campaña de desestabilización por EE.UU. en caso de acceder al gobierno?
–Esperamos que no suceda y para eso estamos haciendo un intenso trabajo internacional. Fíjese que, curiosamente, en EE.UU. la reunión que más satisfacciones creó fue la que tuvimos en el Pentágono.