EL MUNDO › 14 MUERTOS Y 149 HERIDOS EN UN ATAQUE DEL ESTILO AL-QAIDA

Cuando Osama se asoma en Indonesia

Contactos indonesios de la red Al-Qaida de Osama bin Laden son los principales sospechosos de un atentado en Jakarta que dejó al menos 14 muertos y 149 heridos. La zona de Indonesia y Filipinas es blanco del terror fundamentalista islámico desde hace meses.

Entre 14 y 17 personas murieron ayer y 149 resultaron heridas luego de una serie de explosiones en el hotel Marriott de Jakarta, en Indonesia. Es el peor atentado en ese país desde la explosión en un boliche de la isla de Bali, en octubre pasado. Hasta ayer a la noche, nadie reivindicó el atentado, pero el gobierno lo atribuye al grupo islámico Jemah Islamiyah, acusado de ser el nexo con Al-Qaida en el sudeste asiático. Los expertos creen que el grupo actuó en represalia por el juicio que enfrentan varios de sus militantes por el atentado a Bali. El vicepresidente indonesio, Hamzah Haz, dijo que el ataque al hotel de cinco estrellas podría haber apuntado a intereses estadounidenses en Indonesia. Entre las víctimas y heridos hay varios extranjeros.
Las embajadas de Estados Unidos y otros países suelen reservar el Marriott para sus recepciones, al igual que los funcionarios y militares indonesios. Ningún evento de este tipo estaba programado para ayer, pero la Cámara de Comercio Estadounidense informó que varios ejecutivos de la industria petrolera estadounidense se alojaban allí en el momento de las explosiones, que fueron al menos seis. El lobby y el restaurante del hotel quedaron destruidos. La onda expansiva pulverizó los vidrios de los pisos superiores del edificio, que quedaron envueltos en gruesas columnas de humo. Frente a la entrada, varios autos se incendiaron. El jefe de la Policía, general Dai Bachtiar, dijo que el explosivo utilizado fue cloruro de potasio, una sustancia capaz de provocar daños en un radio de 200 metros, y que fue la misma que se usó en el ataque a Bali. Según Bachtiar, el cloruro fue depositado en una camioneta frente al hotel. “Hemos encontrado pedazos de cuerpos”, dijo. Fuentes médicas dijeron que 149 personas fueron internadas en cinco hospitales de Yakarta, entre ellas un estadounidense, un australiano, un diplomático libanés y un neocelandés.
Estados Unidos condena “firmemente el atentado terrorista”, declaró ayer el vocero de la Casa Blanca, Scott McClellan, desde la localidad de Crawford, en Texas, donde veranea George W. Bush. “El ataque recuerda que seguimos en guerra contra el terrorismo”, dijo el vocero. Mientras, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, dijo estar “horrorizado” por el ataque. Annan condena “esta acción aparentemente terrorista y da sus condolencias al gobierno indonesio y a los familiares de las víctimas de este acto despreciable”, declaró su vocero.
En los últimos tiempos, decenas de personas han muerto en atentados en el sudeste de Asia. En mayo, unas 13 murieron al estallar una bomba en un mercado de Koronadal, al sur de Filipinas. Dos meses antes, una bomba explotó en el aeropuerto de la ciudad filipina de Davao. Murieron 20 personas. También en Filipinas, el 24 diciembre de 2002, un explosivo colocado presuntamente por el Frente Moro de Liberación Islámica (MILF) mató a 13 personas en Datu Piang. Semanas antes, una bomba mató a tres en un McDonald’s en Makassar, Indonesia. Pero el peor atentado fue en octubre del año pasado, en la isla de Bali, donde 202 personas, la mayor parte turistas, murieron en una explosión en la disco Sari Club. El autor de la matanza fue el grupo radical Jamaah Ismaliya, una red regional acusada de ser el enlace en el sudeste de Al-Qaida. Varios de sus militantes están siendo juzgados por ese atentado y se pidió la pena de muerte para dos de ellos. Justamente, los expertos en terrorismo piensan que el atentado contra el Marriott fue una venganza por este juicio.
Jamaah Islamiya quiere instaurar un Estado islámico que incluya Malasia, Indonesia, Singapur, el sultanato de Brunei y el sur de Filipinas y Tailandia. Fue fundado en 1999 por Abu Bakar Bachir, considerado el jefe del grupo. Bachir está detenido desde octubre por el atentado de Bali y ahora enfrenta un juicio en Yakarta por haber autorizado una serie de atentados contra varias iglesias cristianas en 2000 y armar un plan para asesinar a Megawati Sukarnoputri, la actual presidenta indonesia. El jefe operativo del grupo, Riduan Isamuddin, es actualmente el hombre más buscado de la región y también un miembro importante de Al-Qaida, según dicen los servicios secretos de Indonesia.

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Así quedó el frente del hotel Marriott en Jakarta tras las explosiones en cadena.
 
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