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La empresa Aguas Argentinas deberá aportar unos 48 millones de pesos a un fondo en el Banco Provincia que servirá para realizar obras de extensión de la red de cloacas en su zona de concesión. Según consideró el ente regulador del sector, el Etoss, los recursos ya fueron cobrados por la empresa a través de un aumento en la tarifa vigente desde el año 2001, pero no fueron volcados en las obras comprometidas. Voceros de la empresa indicaron que “no hay objeciones” de la concesionaria a destinar el dinero a un fideicomiso, pero aseguran que el plan de obras se cumplió hasta que estalló la crisis, a fines de 2001. Ex integrantes de la comisión renegociadora de contratos aseguran, sin embargo, que lo que está en juego es “una nueva relación contractual entre el Estado y la empresa, porque si Aguas Argentinas pierde la capacidad de decidir qué obras hacer, de hecho la concesión se convierte en un contrato de gerenciamiento”.
El gobierno de la Alianza le había concedido a Aguas Argentinas tres aumentos anuales sucesivos del 3,9 por ciento sobre la tarifa, para la realización de obras de extensión de la red de agua corriente y la red de cloacas. Los dos primeros aumentos, en el 2001 y en 2002, se aplicaron, pero el de 2003 quedó sin efecto por la emergencia económica. Según una fuente empresaria, durante el 2000 se adelantaron obras correspondientes a dicho plan por 16 millones de pesos y en el 2001 se aplicaron otros 20 millones. “No es que Aguas no haya hecho obras, sino que el plan se frenó a partir de enero de 2002, no obstante lo cual algo se hizo”, señaló la fuente. De todos modos, aclaró que la concesionaria no objeta la cifra de 48 millones de pesos que reclama el Etoss como diferencia entre el aumento facturado y lo que efectivamente se destinó a obras.
“Aguas Argentinas priorizó las obras de la red de agua corriente, que es lo que más le rinde, y postergó las de cloacas; es por eso que la Comisión Renegociadora propuso el año pasado que lo que había cobrado con ese fin lo depositara en un fideicomiso que se ocuparía de administrar los fondos”, precisó un ex integrante de la mencionada comisión. “Ellos (Aguas Argentinas) no quieren perder el manejo del dinero, que no es plata propia sino un aporte de sus clientes”, agregó, recordando que esta discusión trabó las negociaciones en la comisión a principios de este año. El Etoss, por fin, hizo propia la propuesta de formar un fideicomiso.
De acuerdo con la percepción del ex miembro de la comisión renegociadora –coincidente con la proporcionada por un allegado al Etoss–, “la relación con Aguas Argentinas está evolucionando desde una concesión a un contrato de gerenciamiento, porque la empresa deberá hacer la obra que se le indique y cobrará recién cuando la haya realizado”. La versión que ofrece la empresa, en cambio, es que todo el trámite se ha dado en términos de una relación normal en el contexto actual. “Se acaba de formar una nueva Unidad de Revisión de los Contratos, pero el Etoss considera que estas obras están en condiciones de retomarse al margen de la renegociación global y el congelamiento de tarifas; es válido, no lo objetamos”, comentan.
La intención es bajarle el tono a una disputa que había alcanzado su punto más alto el jueves 31, cuando entre las 16 y las 17.15 el directorio del Etoss mantuvo una tensa reunión con dos representantes de Aguas Argentinas en su sede de Callao y Marcelo T. de Alvear, en la que abundaron las acusaciones cruzadas y alguna amenaza no tan velada. La sangre no llegó al río, pero las heridas no dejan de manar.