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Desde Roma

El primer ministro designado Matteo Renzi se presentó en la tarde de ayer ante el presidente italiano Giorgio Napolitano para darle su respuesta definitiva sobre las posibilidades de su gobierno y presentarle la lista de ministros. El encuentro duró más dos horas. El premier designado -que con sus 39 años recién cumplidos es el más joven que jamás haya tenido Italia-, fue a confirmarle al presidente que podrá gobernar porque tiene una alianza que lo sostiene, la misma que tenía el gobierno precedente de Gianni Letta. Se trata principalmente del partido del premier, el Partido Democrático (PD, centro izquierda), que tiene la mayoría relativa en el Parlamento, y del Nuevo Centro Derecha (NDC), los ex berlusconianos de Angelino Alfano. El gobierno estará integrado por 16 ministros, divididos por primera vez en la historia en partes iguales entre hombres y mujeres.

El más delicado ministerio en estos difíciles años de crisis económica, desocupación y cierre cotidiano de empresas, el de Economía, estará a cargo de un no político, Pier Carlo Padoan, un economista que hasta 2009 era vicesecretario del OCSE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) y ahora es presidente del máximo ente estadístico italiano, Istat. A cargo del ministerio de Relaciones Exteriores estará Federica Mogherini, una exponente del Partido Democrático. El líder de NDC Alfano seguirá ocupando el ministerio del Interior, una cartera muy delicada también en un país que, en crisis, ha visto avanzar el poder de las mafias. Curiosamente al ministerio de la Defensa también fue asignada una mujer, Roberta Pinotti.

En la oposición al nuevo gobierno quedan varios partidos. Silvio Berlusconi y su Forza Italia, entre ellos. Pero hará una oposición responsable, dice y repite Berlusconi, tal vez con la esperanza de re-ganarse los votos de los que se fueron con Alfano. A la izquierda del PD queda un sólo partido más importante, Izquierda, Ecología y libertad de Nicchi Vendola, y ellos también dijeron que no se aliarían con el centro derecha aunque, una vez en el Parlamento y sobre propuestas concretas, su posición puede ser cambiar.

También el fanático Beppe Grillo y sus seguidores del Movimiento Cinco Estrellas (M5S), estarán en la oposición. Una oposición durísima y desconcertante porque muchos se preguntan si ellos quieren realmente que el país salga del matete de la crisis económica y la corrupción o simplemente hacen lío para que se caiga definitivamente en el abismo. Grillo, que tuvo un agresivo monólogo esta semana con Renzi en el contexto de las consultas con los distintos partidos políticos que tiene que hacer el premier designado antes de nombrar sus ministros, fue criticado por cuatro de los suyos. Entre ellos el senador ítalo-venezolano Luis Alberto Orellana, que ahora arriesga ser expulsado del Partido. “Hoy Grillo no me gustó -había dicho ese día el senador-. No era éste el modo en que debían decirse las cosas. Yo también pienso que Renzi no es creíble. Pero una vez que estás en la reunión, lo dejás hablar y después decís la tuya”. La crítica, como ninguna crítica por lo demás, no le gustó al líder -que algunos llaman "dictador"- Beppe Grillo.

Renzi, nacido en Florencia en 1975, ha tenido una intensa vida política dada su edad. El muchacho "que tiene apuro" como lo llamó alguna prensa europea, es abogado y todavía alcalde de su ciudad natal además de secretario del PD, elegido en elecciones internas en diciembre de 2013. Fue presidente de la provincia de Florencia entre 2004 y 2009. Está casado y tiene tres hijos

Renzi dice querer llegar hasta 2018, que sería el término normal de la legislatura, y entonces llamar a elecciones con una nueva ley electoral que todavía se está discutiendo. Pero todo lo quiere rápidamente. Y como para dar muestra de su urgencia, ha dicho que su programa prevé antes de fines de febrero, trabajar sobre las reformas constitucionales y electorales y después, en marzo, las cuestiones relativas al mundo del trabajo, en abril la reforma de la administración pública y en mayo la reforma del fisco.