El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmó ayer que los gobernantes de Chile, Panamá y Colombia cedieron a la presión de Estados Unidos, pero les pidió que no se sumen al ataque a la unidad de América latina arremetiendo contra su país. “La derecha de América latina se ha alineado contra el gobierno de Venezuela; el presidente (Sebastián) Piñera, de Chile; el presidente (Juan Manuel) Santos, de Colombia; el presidente (Ricardo) Martinelli, de Panamá; ellos tres han cedido a las presiones del Departamento de Estado y se han lanzado contra Venezuela, ya les hemos respondido”, indicó Maduro en rueda de prensa.

Esta semana, Maduro había criticado duramente a Santos asegurando que no le iba a dar lecciones de democracia; llamado a consultas al embajador de Venezuela en Panamá por otra declaración de la Cancillería de ese país, y criticado a Piñera por haber hecho comentarios sobre la situación de las protestas en el país caribeño. “Qué hubiera pasado si yo en cuatro años del gobierno de Piñera hubiera emitido juicio de cuántas veces arrestó a miles de estudiantes universitarios de Chile?”, preguntó Maduro, asegurando que jamás se metió en la vida interna del país andino. También dijo que no comentó nada sobre las recientes protestas en Colombia de productores y agricultores contra el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos “y hubo 40 muertos”, dijo.

Maduro convocó a un diálogo a su par estadounidense, Barack Obama, y se mostró dispuesto a volver a nombrar un embajador en ese país, días después de haber expulsado de Venezuela a tres diplomáticos de EE.UU. “Convoco a un diálogo con usted, presidente Obama. Convoco a un diálogo entre la Venezuela patriota y revolucionaria y los Estados Unidos y su Gobierno”, dijo Maduro en el Palacio de Miraflores.

En un día sin marchas y de relativa tranquilidad en las calles, el equipo periodístico de CNN en español se retiró ayer de Venezuela ante la decisión del presidente Nicolás Maduro. La noticia fue difundida a través de un comunicado del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa de este país. En otro comunicado, pero esta vez de la CNN en español, el viceministro de Comunicaciones de Venezuela, Rolando Corao, le comunicó a su corresponsal en Caracas, Osmary Hernández, que se le revocaba el permiso de trabajar. Asimismo, le retiraron la licencia a la presentadora Patricia Janiot y a su productora, quienes hicieron un programa especial desde la capital venezolana. “Esperamos que el gobierno reconsidere su decisión. Mientras tanto, seguiremos informando sobre Venezuela de forma justa, acertada y balanceada, que nos caracteriza como empresa periodística”, expresó la cadena de noticias en un comunicado.

Por su parte, la alianza opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD) convocó para hoy una manifestación contra la violencia de los grupos armados afines al gobierno y la represión de las protestas. La protesta antichavista coincidirá con una marcha de mujeres que pedirán por la paz en el país, organizada por el oficialismo y sectores aliados.

En tanto, la fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega, informó ayer oficialmente que suman ocho las personas que murieron y 137 las que resultaron heridas en hechos relacionados con las protestas que vive el país desde el pasado miércoles 12. Ortega señaló que es inminente la presentación de 80 personas ante los tribunales y que ya se dictaron medidas privativas de libertad contra 24 personas.

El gobierno revocó las credenciales de prensa de varios periodistas de CNN después que el presidente criticara la cobertura que la cadena de televisión estadounidense hizo sobre las protestas políticas. CNN sostuvo ayer que cuatro de sus periodistas fueron notificados por el Ministerio de Información de que ya no se les permite reportar en el país. Entre ellos está Patricia Janiot, presentadora estrella de la versión en español de la señal. “CNN en español ha reportado ambos lados de la tensa relación que vive Venezuela, aún con acceso muy limitado a funcionarios de gobierno”, se defendió la cadena en su comunicado.

El jueves, el mandatario había amenazado con expulsar a CNN de Venezuela si no rectificaba su cobertura sobre los disturbios que él considera que son parte de una campaña para derrocar a su gobierno. “¡Se va CNN de Venezuela! ¡Ya basta de propaganda de guerra, no acepto propaganda de guerra contra Venezuela! Si no rectifican fuera de Venezuela”, había expresado Maduro. “Ellos quieren mostrar en el mundo que en Venezuela hay una guerra civil y aquí el pueblo lo que está es trabajando, estudiando, construyendo patria”, había esgrimido como principal argumento para su decisión.

Mientras, la fiscal Ortega confirmó la muerte de ocho personas desde que se iniciaron las protestas la semana pasada. Precisó que hay cuatro personas fallecidas en Caracas, dos en Carabobo, una en Sucre y otra en Lara. Uno de los muertos en el estado de Carabobo fue Julio González, fiscal tercero del Ministerio Público, que falleció al perder el control de su vehículo intentando esquivar una barricada en la ruta de madrugada. La fiscal indicó además que la investigación sobre el asesinato de Basil Alejandro Da Costa y Juan Carlos Montoya, los dos jóvenes que murieron en Caracas el día 12 tras la manifestación, está casi concluida y que informará muy pronto sobre estos hechos. Además, según el resumen de la fiscal, se produjeron daños a sedes de organismos públicos y privados, así como ataques a estaciones de subte, comercios y sedes bancarias, patrulleros y las casas de los gobernadores de los estados Táchira (oeste) y Aragua (centro).

El oficialismo convocó para mañana una marcha en Caracas, organizada por el Movimiento de mujeres por la paz y por la vida. “Este sábado le demostraremos al mundo que estamos hechas de patriotismo, de dignidad y sobre todo le hacemos un llamado a las mujeres venezolanas que no comulgan con el pensamiento chavista y bolivariano a que nos toquemos el corazón”, dijo la ministra para la Mujer, Andreína Tarazón, en la presentación de la marcha. “Es hora de patria, es hora de construcción, es hora de buscarle soluciones colectivas a los problemas del país”, añadió la ministra, acompañada de diputadas y dirigentes sociales afines al gobierno nacional.

La manifestación coincidirá con otra a la que convocó la opositora MUD en demanda del desarme de grupos que, según dicen, respaldan al gobierno y están detrás de los incidentes violentos de la última semana y en favor de la paz. La marcha opositora se realizará en los municipios metropolitanos de Chacao y Sucre, bajo control de la oposición, después de que Maduro advirtiera que el “fascismo” no entrará más a Caracas. La más reciente manifestación de la MUD se realizó el 12 de febrero, en apoyo a una marcha de estudiantes que llegó hasta la Fiscalía General y que desembocó en violencia que incluyó muertos y heridos. “Maduro acusa a la oposición de todo, pero a los colectivos ni con el pétalo de una rosa. El presidente no puede soslayar ese tema, no puede mirar para otra parte. Puede gastar toda la tinta y la saliva pero no puede eludir su responsabilidad. No pueden convivir grupos armados irregulares con la paz de la sociedad. Al gobierno le incumbe la responsabilidad de desarmar a ese grupo”, señaló el secretario ejecutivo de la MUD, Ramón Guillermo Aveledo,.

Por su parte, el líder de la oposición y gobernador del estado de Miranda, Henrique Capriles, acusó al gobierno de querer atribuir la escasez de productos básicos a las protestas de los últimos días y criticó la militarización en el estado de Táchira, fronterizo con Colombia. “Ahora la escasez, como ya empiezan a decirlo voceros del gobierno, es culpa de las protestas”, dijo.