EL MUNDO
¿Quién dijo que existía un horizonte para la paz?
Yasser Arafat terminó de defenestrar ayer a Mahmud Abbas, el primer ministro moderado impuesto por EE.UU. E Israel atacó al líder de Hamas, que sufrió heridas. El proceso de paz está en su peor momento.
La Hoja de Ruta, el proceso de paz impulsado por Washington en Medio Oriente, terminó de desmoronarse ayer. Mahmud Abbas, el primer ministro palestino favorecido por Estados Unidos, renunció a su cargo por sus diferencias con el presidente Yasser Arafat, mientras que el ejército israelí hirió en un ataque aéreo al jefe máximo del grupo integrista islámico Hamas, el jeque Ahmed Yassin. De inmediato, Israel advirtió que no aceptará bajo ningún concepto que el control de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) quede en manos de Arafat, a quien el canciller israelí, Silvan Shalom, consideró el principal responsable de la inestabilidad en la región. Pero la Casa Blanca reiteró su confianza en el proceso de paz.
Mahmud Abbas presentó su carta de dimisión a Arafat, quien tras evaluarla durante algunas horas comunicó al Parlamento palestino que había decidido aceptar la renuncia de su primer ministro. “El presidente Arafat informó al Parlamento palestino que el gobierno de Mahmud Abbas ha sido encargado de postergar los asuntos en curso, lo que significa que la dimisión ha sido aceptada”, dijo una fuente de la presidencia palestina. La decisión de Abbas, que atribuyó su renuncia a “obstáculos internos” y a la política de Israel y Estados Unidos, repercutió inmediatamente en Tel Aviv y Washington, cuya insistente presión sobre Arafat fue decisiva para la creación del cargo de primer ministro y la designación del moderado Abbas en el puesto. Tom Ridge, secretario de Seguridad Interior de Estados Unidos, estimó por su parte que la dimisión de Abbas provocará “un retraso inevitable” en el proceso de paz, pero afirmó que no desalentará los esfuerzos del presidente George W. Bush a favor de la reaplicación de la Hoja de Ruta, el plan de paz internacional que prevé la creación del Estado palestino a más tardar en el año 2005. Ridge reafirmó la postura oficial estadounidense de rechazo al liderazgo de Arafat e insistió en que el líder palestino “no es un socio válido porque no participó en el proceso de paz como debió haberlo hecho”.
Abbas, que tomó su decisión de dimitir durante la noche, explicó ayer su actitud ante el Parlamento palestino, reunido a puerta cerrada en la ciudad de Ramallah para tratar el conflicto Arafat-Abbas. Según el presidente del CLP, Ahmed Qorei, “Abu Mazen (nombre de guerra de Abbas) expuso los obstáculos que impiden su trabajo. Habló de obstáculos internos, israelíes y estadounidenses”. Según el diputado independiente Azmi Al Chueibi, Abbas afirmó que “algunos individuos en el comité central de el Fatah no quieren que permanezca en el cargo”. Respecto de Israel, Abbas criticó sus ininterrumpidos asesinatos selectivos de dirigentes radicales palestinos, el escaso número de compatriotas liberados de prisión y la insuficiente retirada militar de los territorios ocupados a los palestinos, informó el diario israelí Haaretz. El renunciante premier acusó además a Estados Unidos de apoyar la política israelí, y cargó también contra la prensa árabe por insistir en una presunta fragilidad de su gobierno. Otro consejero de Arafat, Nabil Abu Rudeina, afirmó que la decisión final se daría a conocer tras una serie de reuniones del Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y del Comité Central del Fatah, movimiento del que proceden Arafat y Abbas.
Mientras tanto, el jefe espiritual y fundador del grupo integrista palestino Hamas, el jeque Ahmed Yassin, sufrió ayer heridas leves durante un ataque aéreo del ejército israelí en Gaza, informó el jefe político del movimiento antiisraelí, Abdel Aziz Rantissi. “Ahora se abren las puertas del infierno”, vaticinó Rantisi, tras precisar que Yassin estaba con otro dirigente de Hamas, Ismael Haniyeh, en un edificio en el centro de Gaza alcanzado por misiles israelíes. El jeque Yassin, quien se encuentra paralizado y se desplaza en silla de ruedas, resultó herido leve en el hombro derecho, al igual que otras quince personas, según dijo una fuente médica.
Testigos aseguraron que el ataque fue perpetrado desde aviones cazabombarderos F-16, que lanzaron una potente bomba contra la tercera planta del edificio, hiriendo de gravedad a Maruán Abu Raz, un conocido dirigente del Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamas). El bombardeo ocurrió cuando Yassin visitaba a Abu Raz, por lo que no estaba claro en un primer momento si el blanco era el jeque, el dirigente o ambos. Pero más tarde, el ejército israelí confirmó en un comunicado que efectivamente trató de eliminar a Yassin, y advirtió que Israel continuará su “guerra sin cuartel” contra el movimiento islamista. Yassin no se quedó atrás y advirtió que “(Ariel) Sharon (primer ministro israelí) lo pagará caro”. El ataque contra Yassin se produjo un día después de que comandos israelíes mataran a un dirigente de Hamas en Cisjordania y dinamitaran el edificio en que vivía.