El primer ministro en funciones de Irak, Nuri al Maliki, reiteró ayer su intención de formar gobierno tras encabezar la lista más votada en las pasadas elecciones generales, pese a los numerosos llamamientos desde diferentes sectores a que deje paso a otros candidatos de consenso. En un duro discurso pronunciado de sorpresa a la nación, Al Maliki anunció además su intención de denunciar al recién elegido presidente del país, el kurdo Fuad Masum, por haber violado supuestamente la Constitución. Al Maliki acusó a Masum de haber agotado a sabiendas el plazo constitucional que tiene para pedir al líder del mayor bloque parlamentario la formación de un ejecutivo.

La máxima autoridad chiíta religiosa de Irak, Ali Sistani, considerado un representante de los intereses de Irán en el vecino país, reclamó públicamente el pasado viernes a Al Maliki que no se aferre al cargo, algo que también manifestó gran parte de los partidos sunnitas y kurdos. Tras la alocución, según informó el canal de televisión Al Arabiya, un gran dispositivo de unidades del ejército y la policía se desplegó en torno de los lugares estratégicos de Bagdad, en particular la llamada Zona Verde, que alberga las principales sedes institucionales. El Parlamento iraquí aplazó ayer una nueva sesión en la que debía elegirse al nuevo primer ministro por las diferencias irreconciliables entre los diferentes grupos. Por otra parte, el gobierno alemán anunció que destinará otro 1,5 millón de euros para ayuda humanitaria hacia al norte de Irak, que se suman a los 2,9 millones anunciados el viernes pasado ante la dramática situación de las minorías acosadas por los jihadistas del Estado Islámico (EI). Así lo aseguró ayer el ministro alemán de Asuntos Exteriores, FrankWalter Steinmeier, en la edición digital del diario Sëddeutsche Zeitung. “Hay cientos de miles de desplazados, fugados de las milicias del Estado Islámico y concentrados en el Kurdistán iraquí. Tenemos que ayudar a esas personas”, afirmó el ministro, quien dijo estar en contacto con las autoridades locales para posibilitar el acceso de la ayuda humanitaria.

Steinmeier expresó su respaldo a los ataques aéreos lanzados por Estados Unidos para tratar de frenar el avance jihadista y recordó el peligro que el EI supone no sólo para las minorías religiosas y étnicas del norte de Irak, sino para el conjunto de la región. El ministro alemán insistió, por otro lado, en que la estabilización de Irak sólo será posible a través de un gobierno en el que estén representados todos los grupos étnicos y con capacidad para contener el terror del EI.

Hasta ahora, Berlín había limitado su aporte ante la crisis desatada por el avance jihadista a la ayuda humanitaria, mientras desde las filas conservadoras de la canciller Angela Merkel surgen pronunciamientos a favor de un mayor compromiso. El presidente de la Comisión de Exteriores del Parlamento, Norbert Röttgen, de la Unión Cristianodemócrata de Merkel, instó ayer al Ejecutivo de la canciller a abandonar su pasividad para activar una acción conjunta desde la Unión Europea (UE).