El grupo radical Estado Islámico (EI) ejecutó en las últimas horas a 120 soldados del ejército sirio que habían huido del aeropuerto militar de Al Tabqa, en manos de los jihadistas desde hace cuatro días, informó ayer el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (Osddhh). Según el organismo con sede en Londres, y con una red de informantes en el terreno, los soldados ejecutados estaban escondidos en un punto entre la localidad de Al Tabqa, en la provincia septentrional de Al Raqa, y la zona de Azraya.

Un grupo del ejército sirio, enviado a la zona desde la ciudad de Al Salmiya, no consiguió rescatar a los uniformados, pero otra columna militar logró ayudar a unos 60 oficiales y soldados que también se encontraban escondidos en las cercanías. Foros de Internet usados habitualmente por los yihadistas elevaron a 200 el número de los uniformados ejecutados el jueves en esta zona.

En los Altos del Golán, en tanto, del lado sirio de esta región fronteriza en disputa con Israel, el Frente Al Nusra –filial de Al Qaida en el país árabe– capturó ayer al menos a 43 Cascos Azules de origen filipino, según informó la ONU. El secuestro tuvo lugar del lado sirio del Golán, donde se cree que otros 81 pacificadores de la ONU se encuentran asediados por los islamistas. El coordinador del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, Red Sham, Yafar al Jaier, elevó la cifra de retenidos a 50. Estados Unidos acusó ayer al Frente Al Nusra como responsable junto a otros grupos armados de la detención de 43 Cascos Azules de la ONU en la meseta del Golán, entre Siria e Israel. El Departamento de Estado estadounidense pidió en un comunicado la “liberación inmediata e incondicional” de los miembros del cuerpo de paz de la ONU en la región.

También ayer, aviones sirios bombardearon una vivienda que servía de sede del EI en el este de la provincia de Deir Ezzor, cuando dirigentes y clérigos de cortes religiosas se encontraban reunidos en ella. La mayoría de los congregados –de nacionalidad siria y extranjera– murieron o resultaron heridos en el ataque, según informó el Osddhh, que no pudo precisar una cifra de víctimas. La casa, en la localidad de Mohsen, pertenecía al general retirado Sakr al Ahmed, apodado Abu Nidal, que juró lealtad al EI hace unas semanas. El EI tomó el control de amplias zonas de Deir Ezzor, en julio pasado, tras meses de combates con otras brigadas rebeldes sirias.

En tanto, al menos un soldado murió ayer y otros tres resultaron heridos en el nordeste del Líbano, durante los combates que enfrentaron en la zona fronteriza al ejército libanés y combatientes de grupos extremistas que luchan en Siria. Los choques, en los que se usó artillería pesada, estallaron después de que los extremistas islámicos, entre los que hay miembros del EI y del Frente Al Nusra, interceptaran una patrulla militar en la zona de Al Rahua.