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El ejército israelí prohibió volar a nueve pilotos activos del total de 27 que en una carta abierta se negaron a efectuar “operaciones de asesinatos de civiles” en los territorios palestinos ocupados. El resto ya no tomaba parte en misiones de vuelo. En la nota, los pilotos proclamaron que rechazan “participar en ataques aéreos contra centros de población civil” en Cisjordania y en la Franja de Gaza. Mientras tanto, cinco palestinos, incluida un niña de tres años, y un soldado israelí murieron ayer en diversos choques.
En la carta, los pilotos israelíes argumentaron que a menudo las operaciones de “asesinatos selectivos” se desarrollan en zonas densamente pobladas. El comandante de las fuerzas aéreas israelíes, Dan Halutz, ordenó que permanezcan en tierra nueve pilotos del grupo que está en actividad. En las últimas semanas, Israel intensificó los ataques contra dirigentes del Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamas), especialmente en la Franja de Gaza. El segundo canal de la televisión comercial israelí dio la noticia titulándola de “Terremoto en la aeronáutica” en un noticiero en el que se muestra a los pilotos, con uniforme, escuchando a su portavoz leer la carta de protesta.
La petición, en la que los pilotos afirman que “continuar con la ocupación pone en peligro la seguridad del Estado de Israel, al igual que su moralidad”, desató indignadas reacciones entre los responsables políticos y militares de Israel. El ex presidente israelí y antiguo jefe de las fuerza aéreas Ezer Weizman habló de “vergüenza”. El primer ministro, Ariel Sharon, se apresuró a asegurar que el ejército seguirá actuando contra los terroristas palestinos. Y amenazó con que la carta de los pilotos es una cuestión sobre la que se reaccionará “rápidamente y de forma apropiada”. Por su parte, Halutz anunció que si los firmantes continúan su actitud serán expulsados. Y subrayó que las fuerzas aéreas israelíes nunca han dado una orden para atacar a civiles inocentes. Un general aseguró al diario Maariv que los pilotos bajo sus órdenes que no quieran realizar misiones sobre territorio palestino sólo tienen que decírselo y serán despedidos de las fuerzas aéreas.
En la operación israelí de ayer, la mayor cantidad de víctimas se registró en Gaza, donde murieron tres palestinos –y entre estos últimos la niña Dina Issa– y un soldado israelí. Otros siete militares resultaron heridos en la incursión, así como ocho palestinos. La operación en Gaza comenzó cuando fuerzas militares israelíes entraron de madrugada en el campo de refugiados de Al-Bureij para arrestar a militantes de la Jihad Islámica y Hamas. Acompañados por blindados y tanques, y con el apoyo de helicópteros Apache, la fuerza israelí rodeó la vivienda de un dirigente local de la Jihad Islámica, Jawad Shahin, y en el lugar estalló un tiroteo entre los ocupantes del inmueble y los soldados. Al parecer, el dirigente logró escapar.