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Cada vez más argentinos y argentinas están a favor de legalizar el aborto en casos de violación, si la mujer es discapacitada mental, si está en riesgo la vida de la madre y si el feto tiene malformaciones incompatibles con la vida extrauterina. Así lo revela una encuesta encargada por el CELS, el Cedes y FEIM, a la que tuvo acceso exclusivo Página/12. Los resultados muestran que más del 80 por ciento de los consultados considera que debe permitirse la interrupción del embarazo en las situaciones mencionadas. El creciente consenso en torno del tema quedará reflejado hoy en las calles de las principales ciudades del país. Por primera vez desde que se celebra el Día por la Legalización del Aborto en América Latina y el Caribe, se realizarán marchas simultáneas en Buenos Aires, La Plata, Rosario, Córdoba, Mendoza, Neuquén y San Salvador de Jujuy, impulsadas por organizaciones de mujeres, de derechos humanos, piqueteras, políticas, sociales y de gays, lesbianas y transexuales, con el objetivo de instalar el debate en la sociedad. “Ya no somos cuatro locas las que pedimos la legalización, ya no es un reclamo exclusivo de las feministas”, celebró la abogada Dora Coledesky, veterana luchadora por el derecho al aborto. Por practicarse en la clandestinidad, en malas condiciones sanitarias, es la principal causa de muertes maternas en la Argentina.
Los datos de la encuesta implican un aumento significativo en relación con la opinión que expresaba la población casi una década atrás cuando –salvo en los casos de violación donde el acuerdo ya era alto– apenas la mitad aprobaba la despenalización en las circunstancias enumeradas, de acuerdo con un estudio realizado en 1994 por el sociólogo Heriberto Muraro, para el Consejo Nacional de la Mujer. En aquella oportunidad, el 49 por ciento apoyaba la legalización del aborto si una mujer demente o discapacitada mental quedaba embarazada, si corría serio riesgo la vida de la madre o si el niño por venir no tenía posibilidades de sobrevida al nacer por sus malformaciones. Actualmente, están a favor, respectivamente, el 88 por ciento, el 81 por ciento y el 84 por ciento de los consultados. En los casos en que el embarazo sea producto de una violación, el acuerdo subió de 78 al 81 por ciento de los encuestados. El relevamiento fue hecho por kNACk Nun Adrogué Caruso S.A. y entre 303 personas mayores de 18 años del ámbito metropolitano, de las cuales el 76 por ciento dijo pertenecer a la religión católica.
“En estos años se observa un cambio notable: la población ya no se espanta por la posibilidad de ampliar la desincriminación en algunas situaciones puntuales. Los argentinos y las argentinas empiezan a descubrir que al no despenalizar el aborto se está atentando contra las mujeres y sus familias”, analizó la médica epidemióloga Mabel Bianco, titular de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer, que encargó la encuesta juntamente con el Centro de Estudios Legales y Sociales y el Centro de Estudios de Estado y Sociedad.
Explosión
El número de abortos provocados en el país aumentó a “más de medio millón al año”, de acuerdo con las últimas estimaciones del Ministerio de Salud de la Nación. Se trata de un grave problema de salud pública. Las estadísticas oficiales muestran que a lo largo de la década del 90 se incrementaron un 46 por ciento las hospitalizaciones de mujeres por complicaciones de abortos, con picos de 148 por ciento en San Luis, 143 por ciento en La Rioja y 103 por ciento en Santiago del Estero. Esta suba responde a que cada vez son más las mujeres que no pueden pagar un aborto seguro –de 500 pesos para arriba en un consultorio médico clandestino– y recurren a métodos abortivos caseros y peligrosos. De ahí, la creciente movilización social para conseguir la despenalización de esta práctica, prohibida por el Código Penal, salvo en casos de violación de una mujer idiota o demente o de grave riesgo para la vida de la madre.
El reclamo de legalización se escuchará hoy por el centro de las principales ciudades del país, donde están previstas concentraciones y marchas bajo el lema: “Anticonceptivos para no abortar, aborto legal y gratuito para no morir”, el mismo que resonó poco más de un mes atrás en Rosario durante el XVIII Encuentro Nacional de Mujeres en más de diez mil bocas, en una movilización histórica. En Buenos Aires, la convocatoria es a partir de las 16 frente al Congreso, desde donde se marchará a las 18 a la Plaza de Mayo por Callao, Corrientes y Diagonal Norte. Participarán organizaciones de mujeres, de derechos humanos, piqueteras, de gays, lesbianas y transexuales, políticas y sociales.
La movilización es anunciada hoy en una solicitada a la que adhirieron más de 140 entidades y unas 900 personas de diversos ámbitos, entre ellas el escritor Andrés Rivera, el filósofo León Rozitchner, el sociólogo Horacio González, el actor Héctor Bidonde, la cantante Liliana Herrero, los diputados Patricia Walsh (Izquierda Unida), Luis Zamora, Bárbara Espínola (Frepaso), María José Lubertino (socialista) y la senadora Diana Conti (ARI). Lubertino presentó ayer un proyecto de ley para reglamentar los abortos no punibles previstos en el Código Penal, que en la práctica no se realizan sin una autorización judicial (ver aparte).
“El Encuentro de Rosario fue una explosión. Marcó un cambio cuantitativo y cualitativo en relación con el aborto. Ya no somos un grupo de mujeres feministas con conciencia de género de sectores medios las que nos movilizamos. Ahora se han involucrado en esta lucha mujeres piqueteras, de sectores más postergados y también mujeres de partidos de izquierda que siempre tuvieron la legalización en sus plataformas partidarias y tal vez presentaban algún proyecto pero que de ahí no pasaban”, describió Zulema Palma, de Mujeres al Oeste, militante del derecho al aborto desde hace varias décadas. “Esto se lo debemos a la Iglesia, que con su férrea oposición nos ha empujado a aglutinarnos”, apuntó la abogada Coledesky.
Las marchas simultáneas que se realizarán hoy fueron acordadas por mujeres de todo el país como plan de lucha en una asamblea multitudinaria que se hizo en Rosario el último día del encuentro. Habrá concentraciones también en Mendoza, Córdoba, Neuquén, La Plata, San Salvador de Jujuy y Rosario, entre otras ciudades. Aunque el Día por la Despenalización del Aborto en América Latina y el Caribe es el domingo 28, se resolvió celebrarlo el viernes para favorecer la visibilización y el impacto mediático de la movida.
“Se nota que hay una necesidad de debatir el tema”, consideró Mimi Chiarotti, del Instituto de Estudios Jurídicos y Sociales de la Mujer, de Rosario. Allí, la movilización en torno del tema comenzó el lunes y culminará hoy a las 18.30 con una concentración alrededor de la plaza San Martín. A lo largo de esta semana, se montaron mesas en la plaza Pringles, en la peatonal Córboba y en distintos barrios de la ciudad, desde donde se invitó a los transeúntes a prenderse una cinta verde en la solapa como símbolo de adhesión a la campaña por la despenalización y se repartieron volantes. “Nos extrañó la buena recepción que encontramos en la gente: no sólo muchos aceptaron ponerse la cinta sino que nos dijeron que querían dejar su firma en apoyo a la campaña. Muy pocas personas siguieron de largo y uno solo nos dijo métansela en el culo”, comentó Mabel Gamarra, una de las organizadoras. Sólo durante el lunes llegaron a pinchar cerca de 600 cintas. El verde fue elegido al azar y usado en pañuelos –como los de las Madres de Plaza de Mayo– en la marcha del Encuentro de Mujeres.
Condiciones deplorables
Casualmente, la movilización rosarina se inició a pocas semanas de que el ministro de Salud provincial, Fernando Bondesío, ordenara a los médicos a denunciar a las pacientes que llegan a los hospitales con abortos incompletos, y un día después de conocerse las declaraciones de la vicegobernadora electa, María Eugenia Bielsa, quien cuestionó la decisión del funcionario y expresó su posición en favor de la despenalización del aborto en una entrevista con Rosario/12: “Mi postura personal es que las prohibiciones no evitan que las cosas se hagan y llegada una situación de tener que decidir pienso que cada uno tiene derecho a hacerlo con la mayor seguridad física, psíquica y jurídica. (El aborto) debería estar despenalizado, pero como llegar al aborto es una situación muy traumática, hay que hacer una tarea preventiva de la que la sociedad también se debe hacer cargo, con educación sexual en las escuelas, distribución de anticonceptivos, información y formación”, señaló Bielsa.
El apoyo a la campaña lanzada en Rosario excede a las organizaciones de mujeres: manifestaron su adhesión la Defensoría del Pueblo de Santa Fe, la Cátedra de Obstetricia de la Universidad Nacional de Rosario, cuatro concejalas locales, la diputada nacional Alicia Gutiérrez (ARI), el Area de la Mujer del municipio, el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos, la CTA y el gremio docente. Incluso, el periodista Luis Novaresio, conductor del programa “12 a 14” que se emite por Canal 3 y es uno de los más vistos en ese horario, aceptó llevar el distintivo verde toda la semana.
Como está ocurriendo en centros de salud de todo el país, también en Rosario en el último año aumentó considerablemente el número de mujeres que llegan a atenderse con cuadros graves derivados de abortos provocados en condiciones deplorables. Según precisó el jefe de Obstetricia del Hospital del Centenario, Walter Barbato, “en todo 2002 atendimos 320 casos, y este año, hasta agosto ya habíamos superado esa cifra: las mujeres están llegando con complicaciones muy serias”.
El objetivo de las marchas de hoy es instalar en la sociedad la necesidad de debatir la despenalización del aborto. Un centenar de mujeres que se viene reuniendo desde hace varios meses, en lo que han bautizado como Asamblea por el Derecho al Aborto, tiene previsto realizar antes de que finalice el año una Jornada Nacional de Discusión. “La idea es analizar los proyectos de ley existentes y decidir si se elabora uno nuevo o se apoya alguno de los que están en el Congreso”, explicó Coledesky. Otra alternativa es evaluar si se impulsa una consulta popular sobre el tema.