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Tuvimos el honor de asistir junto a un grupo de dirigentes políticos y sociales de toda América latina, invitados por el presidente Nicolás Maduro, a la conmemoración del segundo aniversario de la muerte del comandante Hugo Chávez Frías.

Hemos visto cómo en las calles, miles de venezolanos siguen diciendo la consigna “Chávez Vive” y que no es sólo una recordación, sino un reconocimiento a quien devolvió la dignidad a su pueblo y una convicción de resistir todas las acciones políticas y económicas de desestabilización que planteó el Imperio en estos últimos años. Tienen necesidad de avanzar en muchos temas, como el económico, el desarrollo industrial, políticas sociales, pero es muy difícil en un clima de constante presión política y social.

Venezuela atraviesa hoy una situación difícil ante un intento permanente de golpe de Estado, en donde la oposición recurre a todas las formas legales o ilegales para llevar adelante sus propósitos, claramente sostenida desde Estados Unidos. Ejemplo de esta decisión es cuando Obama habla de no otorgar visas a los funcionarios venezolanos y lo más grave es la autorización para financiar a la oposición.

El conocimiento de documentos y las escuchas dadas a conocer por el propio gobierno son pruebas irrefutables de la coordinación existente entre la derecha estadounidense y la gran mayoría de la oposición, representada en las figuras de Corina Machado, Leopoldo López y Antonio Ledezma.

Movilizaciones, guarimbas, declaraciones de la dirigencia opositora de una inusitada violencia, desabastecimiento, especulación y asesinatos son las maneras que les quedan cuando sus propias encuestas dicen que si bien un 80 por ciento de la población está molesta por la situación económica que se vive, más de la mitad de la misma sigue apoyando al gobierno, por eso siguen intentando el golpe.

No fueron felices, pero sí sinceras, las palabras de Barack Obama, cuando reconoce que su política exterior tiene una “dosis de realismo”, por lo que EE.UU. “en ocasiones tuerce el brazo a los países cuando no hacen lo que queremos [...] si no tuviéramos esa dosis de realismo no alcanzaríamos nuestros objetivos”.

Estuvimos presentes en las exequias del Comandante, donde un dolor inmenso cruzaba toda la República Bolivariana de Venezuela. Hoy vemos un pueblo, un partido y un gobierno decididos a resistir y enfrentar esa guerra económica que se está produciendo, con todas las herramientas necesarias: en los barrios, en las calles, frente a los procesos electorales que se avecinan. Con la alegría y la esperanza de quienes saben que les quieren quitar los sueños y no están dispuestos a permitirlo.

Lo que nos queda de este viaje es que los sectores populares lucharán hasta último momento ante el avance de la derecha, ante el avance de lo viejo. Lucharán para sostener lo construido y todo lo que se avanzó en estos años. Seguiremos profundizando la integración regional cada día más, pues, con una América latina unida “no nos torcerán el brazo”.

* Dirigente del Frente Transversal.