El presidente de Bolivia, Evo Morales, atribuyó el revés electoral en los principales bastiones políticos de su partido al voto castigo infligido contra los políticos corruptos y el machismo ante una candidata mujer e indígena. “Lamento mucho que en La Paz hayamos perdido las elecciones”, reconoció Morales, en rueda de prensa, sobre la abultada victoria de candidaturas opositoras en la gobernación de ese departamento y también en la alcaldía de la ciudad de El Alto, feudo del oficialismo. Los datos ofrecidos hasta ahora pertenecen a los sondeos a pie de urna y por conteo rápido difundidos por medios bolivianos, que tradicionalmente son dados por buenos por el gobierno y la oposición ante la habitual demora del Tribunal Supremo Electoral en anunciar resultados oficiales. “Siento que todavía hay machismo y también discriminación a una mujer originaria campesina, incluso de parte femenina”, señaló Morales, y recordó que cuando acompañaba a (Felipa) Huanca durante la campaña, las mujeres miraban de reojo, con envidia y codicia. En la gobernación de La Paz se impuso Félix Patzi, del partido Soberanía y Libertad (Sol.Bo).

La otra derrota que preocupó al presidente es la que tuvo lugar en la Alcaldía de Cochabamba, región en la que su carrera política despegó como líder cocalero en los años ’90. “Tenía mucha confianza en Cochabamba. Vamos a evaluar a qué se debe la derrota en esa ciudad”, señaló.

Pese a los traspiés en regiones claves, Morales se mostró muy optimista y muy contento, porque, a su juicio, es falso que el MAS haya perdido. “Hemos mejorado y aumentado, sólo me preocupan los resultados en La Paz y Cochabamba”, indicó el presidente, quien sostuvo que muchos de los opositores que vencieron a candidatos del oficialismo también procedían del MAS.

Con los resultados extraoficiales difundidos hasta ahora y a la espera de los datos del TSE, el MAS ganó cuatro de las nueve gobernaciones del país, mientras que la oposición triunfó en tres y se prevé que en las dos restantes será necesaria una segunda vuelta. “La gran debilidad que tenemos es cómo elegir a los mejores candidatos”, señaló Morales, y consideró que todavía “hay cierto sectarismo” en algunos dirigentes del MAS. Y atribuyó los problemas con candidatos y el traspaso de dirigentes de su partido a la oposición a la supuesta infiltración de la derecha internacional.

Respecto de supuestas amenazas realizadas durante la campaña de no realizar inversiones estatales en lugares donde ganara la oposición, Morales justificó que cuando se dan recursos a alcaldías gobernadas por opositores, “no terminan las obras intencionalmente y luego me echan las culpas a mí”. El mandatario estimó que la participación en estos comicios rondó el 85 por ciento, porcentaje con el que, agregó, “nuevamente el pueblo boliviano ha demostrado que es democrático”.