Página/12 En Perú

Los problemas no le dan tregua al presidente Ollanta Humala. A las protestas sociales contra un cuestionado proyecto minero que han dejado cuatro muertos en los últimos dos meses y la detención hace unos días de un ex cercano colaborador suyo por cargos de corrupción, se suman ahora las denuncias sobre los manejos financieros de su esposa, Nadine Heredia. La primera dama es acusada de haber recibido poco más de 200 mil dólares que, según sus acusadores, no tendrían un origen claro, y de haber desviado a sus cuentas al menos parte de 87 mil dólares destinados al partido oficialista. Las investigaciones contra Nadine Heredia se refieren a hechos pasados, ocurridos antes de que su esposo llegara al poder, en 2011, pero eso no ha impedido que el caso haya golpeado duramente al gobierno. Hace unos días, la oposición presentó en el Congreso, en el cual el oficialismo ha perdido la mayoría, un pedido para formar una comisión investigadora de los ingresos y gastos de la primera dama. Y la fiscalía contra lavado de activos investiga sus manejos financieros. El presidente Humala ha calificado como “una persecución política” las acusaciones contra su esposa y se ha declarado “indignado” por esta situación.

Nadine Heredia, una primera dama de alto perfil político en el gobierno, presidenta del oficialista Partido Nacionalista y la figura más popular del régimen en su primera etapa, aunque ahora su popularidad ha caído a solamente 18 por ciento, se ha convertido en el blanco predilecto de la oposición y de los medios para atacar al gobierno. Opositores como el ex presidente Alan García (2006-2011), con buena llegada a los medios, han encontrado en la ofensiva política y mediática contra la esposa del presidente Humala una efectiva fórmula para desviar la atención pública de las graves acusaciones de corrupción en su contra.

El pedido de la oposición para investigar en el Congreso a la primera dama se dio luego de que la prensa revelara que la esposa del presidente Humala gastó, en los últimos 18 meses, 38 mil dólares en comprar joyas, vestidos, carteras y otros objetos durante sus viajes al exterior. Estas compras se hicieron con una tarjeta de crédito cuya titular es una amiga de Nadine Heredia, la abogada Rocío Calderón, asesora legal de la Secretaría de Palacio de Gobierno, quien le otorgó a Heredia una extensión de su tarjeta.

Nadine Heredia ha respondido a las acusaciones asegurando que “ningún dinero público es utilizado en mis compras o pago de deudas”. Ha explicado que Rocío Calderón, quien dijo que es su amiga desde la infancia, le dio una extensión de su tarjeta de crédito para hacerle unos encargos en un viaje que hizo al extranjero, y que luego los encargos se repitieron en otros viajes y por eso mantuvo la tarjeta. Heredia ha admitido que también usó esa tarjeta para sus propias compras, las que –dijo– luego le pagaba a su amiga. “Más o menos el 70 por ciento (de los 38 mil dólares gastados con la tarjeta de crédito) es de ella (Rocío Calderón), lo demás son gastos míos”, ha asegurado. Sus explicaciones no han convencido.

La historia de la tarjeta de crédito y de las costosas frivolidades de la primera dama, que ha copado los medios, apareció durante una investigación de la fiscalía a Nadine Heredia por lavado de activos y rápidamente se filtró a la prensa. La fiscalía la investiga por 215 mil dólares que recibió entre 2006 y 2009, cuando su esposo era líder de la oposición y candidato presidencial. Ella justificó en su momento esos ingresos con asesorías a tres empresas, una de ellas propiedad de Martín Belaunde (el empresario amigo de la pareja presidencial detenido hace unos días, acusado de corrupción), una segunda empresa del padre de Martín Belaunde y la tercera una empresa venezolana. La fiscalía sospecha que se trata de asesorías fantasma para encubrir el verdadero origen de esos ingresos. Pero no ha señalado cuál sería ese origen. Esta investigación fiscal había sido archivada en 2010, pero fue reabierta en enero de este año.

En medio de esta trama de tarjetas de crédito, frivolidades y sospechosas triangulaciones financieras, se ha desempolvado una vieja historia: el supuesto financiamiento del gobierno venezolano a Humala en la campaña presidencial de 2006, que el hoy presidente perdió, algo que Humala y su partido siempre han negado. Hace unos días, el oficialismo admitió que en el año 2005 recibió 87 mil dólares desde Venezuela para la formación del hoy gobernante Partido Nacionalista, pero asegura que ese dinero vino de fuentes privadas de ese país y no del gobierno venezolano. Se acusa al oficialismo de no haber declarado en su momento el dinero recibido desde Venezuela y a Nadine Heredia de haberse quedado con al menos parte de esos recursos. El dinero venezolano llegó a cuentas de allegados a Nadine Heredia, como su madre y su amiga Rocío Calderón, quienes luego depositaron parte de ese monto en una cuenta de Heredia.

La situación política se ha tensado en extremo, a tal punto que algunos analistas han comenzado a especular con una posible vacancia presidencial declarada por el Congreso controlado por la oposición o con un autogolpe de Humala para cerrar el Congreso. En el medio aparece la figura protagónica de la primera dama.