El Parlamento griego aprobó ayer el primer paquete de reformas de la nueva legislatura, un compendio necesario para poder obtener un nuevo tramo del tercer rescate. El paquete de medidas, cuya aprobación es requisito para obtener 2000 millones del rescate de 86.000 millones de euros, contiene reglamentos acordados con los acreedores que apuntan a mejorar los ingresos del Estado, aumentar la edad de jubilación, la creación de nuevos impuestos y luchar contra la evasión fiscal.

Entre las iniciativas aprobadas figura un aumento de los intereses, del tres al cinco por ciento, para que los ciudadanos que se acogieron a la posibilidad de devolver a plazos sus deudas al Estado, un instrumento aprobado durante el primer gobierno del premier Alexis Tsipras que tuvo un gran seguimiento. En el marco de la lucha contra el fraude fiscal se introdujeron penas de cárcel de un mínimo de dos años para cantidades no declaradas del IVA que superen los 50.000 euros, y de más de 100.000 euros en el impuesto sobre la renta, con la posibilidad añadida de embargar la mitad de los depósitos bancarios para caos de evasión que superen los 150.000 euros. En cuanto a la edad de jubilación, la nueva ley contempla el aumento progresivo hasta los 67 años como regla general, y hasta los 63 para todas las personas que hayan trabajado 40 años.

El proyecto logró la aprobación con los votos de la coalición gobernante –la izquierdista Syriza y los nacionalistas Griegos Independientes–, mientras que toda la oposición votó en contra, salvo en algunos artículos aislados. En su intervención ante el Parlamento, Tsipras afirmó que el paquete no incluye nunguna medida que no se conociera ya en agosto cuando se firmó el rescate y aludió con ello a que la oposición entonces votó a favor y ayer lo hizo en contra. “No hay nuevas medidas, son medidas difíciles que todos conocíamos cuando votamos el acuerdo en agosto”, dijo. El premier dijo que los partidos que rechazaron darles su apoyo fueron los que hace tres meses lo ayudaron a sacar adelante el rescate, que no habría podido firmarse sin el respaldo de la oposición ante el elevado número de disidencias dentro de Syriza. “¿Qué es exactamente lo que pretenden ahora?, ¿ser contrario a los memorandos? Durante cinco años hicieron lo que les dictaron los acreedores, sin esfuerzo alguno por negociarlo.”