EL MUNDO
El vuelo que tuvo miedo
De los 170 pasajeros del vuelo de Iberia que une Madrid y Barcelona con Estambul, sólo 55 se animaron ayer a embarcar. El Boeing 757 de 200 plazas despegó vacío, y casi la mitad de sus escasos pasajeros eran turcos que volvían a casa espantados por las fotos de su ciudad que habían visto en los diarios. Iberia mantuvo el servicio y envió un avión grande, algo que sólo hace en períodos de alto tránsito, porque según explicó un vocero de la empresa, “seguramente el vuelo volverá lleno a España”.
Un grupo de nueve empresarios –originalmente doce, pero con tres bajas de último momento– se apiñó en el centro del avión, como para darse valor. Eran importadores de maquinaria que iban a tocar Estambul y transbordar a Bursa, una ciudad costera que es un centro industrial turco. Los empresarios ignoraron las advertencias del gobierno español, que desaconseja visitar Turquía en estos momentos.