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El presidente colombiano, Juan Manuel Santos (foto), afirmó ayer en Washington que su gobierno está muy cerca de firmar el acuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Los insurgentes contestaron que esperan que en esta visita, el mandatario colombiano se comprometa “con recursos” para la nueva etapa que se aproxima en el país, y que no se repitan “los errores” del Plan Colombia, el acuerdo bilateral que según la guerrilla fue un fracaso.

Santos advirtió que aunque están muy cerca de firmar la paz, es posible que los diálogos se extiendan más allá del próximo 23 de marzo, fecha fijada como límite. “Esperamos que podamos firmar el 23 de marzo. Si es dos días después, un día antes o una semana después, no importa. Estamos usando esta fecha tope para tratar de cumplirla. Las dos partes estamos comprometidas y entusiasmadas en tratar de firmar en esa fecha”, dijo Santos en un encuentro con think tanks en la capital estadounidense.

El mandatario, que aseguró que el acuerdo de paz con la guerrilla cumplirá con los estándares internacionales, explicó que muchos le aconsejaron en contra de fijar una fecha tope para las negociaciones. Pero él consideró que era necesario fijar una fecha para obligar a la guerrilla de las FARC a sentarse en la mesa de negociaciones. “Dialogar ha sido duro, ha sido difícil y políticamente costoso”, admitió. “Al final si consigues tu objetivo, el coste termina siendo una inversión. Eso espero”, añadió el mandatario, quien reconoció que lo que se firmará en La Habana es el “fin del conflicto” y que a partir de entonces hay que “construir la paz”.

Santos agradeció el apoyo del presidente estadounidense, Barack Obama, al proceso de paz. “Espero que Estados Unidos, que ha sido un gran aliado en el proceso de paz, sea un gran aliado en la construcción de la paz”, dijo el mandatario colombiano, que habló en inglés durante su intervención.

Obama, que reiteró en varias ocasiones su compromiso de lograr la paz en Colombia, anunció el martes que solicitará al Congreso un incremento en los recursos destinados para el postconflicto en el presupuesto para el año fiscal 2017.

“Estoy seguro de que cuando tengamos el acuerdo finalizado y presentemos a los colombianos todo el paquete, una abrumadora mayoría votará que sí”, dijo Santos, quien advirtió no obstante que habrá que hacer concesiones. El presidente colombiano inició ayer una visita de tres días a Washington, invitado por Obama para celebrar el 15 aniversario del Plan Colombia, lanzado por los presidentes Andrés Pastrana y Bill Clinton con el objetivo de generar una revitalización social y económica en ese país, terminar con el conflicto armado y luchar contra el narcotráfico.

Sin embargo, desde La Habana, el líder guerrillero Pastor Alape, alias de Féliz Antonio Muñoz señaló que el apoyo de Washington al fin del conflicto debe traducirse en hechos concretos. “Un país que ha estado comprometido en el conflicto en Colombia, debe también comprometerse en esta nueva era con recursos para la paz, la reconciliación y la prosperidad de todos los que sufrieron, con énfasis en las víctimas”, dijo. El líder insurgente consideró que no hay mucho para celebrar, ya que el balance tras los 15 años de iniciado el Plan Colombia dejó un saldo negativo. “Hubo un aumento en el número de víctimas, desplazamiento y desapariciones forzosas. Además provocó el problema de los falsos positivos, incitó a la guerra y el odio.” Pastor Alape subrayó que el Plan Colombia fue un “fracaso” porque ni logró su objetivo público de erradicar al narcotráfico. “Tampoco pudo cumplir su objetivo no público y verdadera esencia, que fue la de aniquilar a los movimientos insurgentes de Colombia.”