Un juez del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil se excusó de resolver un hábeas corpus a favor de Luiz Inácio Lula da Silva, que reclama anular la decisión de otro magistrado del máximo tribunal sobre su nombramiento como jefe de Gabinete. Según se informó oficialmente, Luis Fachin devolvió en término al juez de primera instancia Sergio Moro, a cargo del escándalo de Petrobras, el pedido de hábeas corpus por tener a un amigo íntimo entre los renombrados juristas que firmaron la solicitud. A la ministra del STF, Rosa Weber, le toca resolver sobre la cuestión realizando un nuevo sorteo. El ex jefe de Estado contratacó ayer con una campaña en la que denunció acoso judicial y mediático y pidió levantar el bloqueo a su designación ministerial. Un centenar de personas realizaron una vigilia frente a la casa del ex presidente brasileño para expresarle su apoyo.

La solicitud presentada por Lula intenta cancelar la medida cautelar en su contra dictada el viernes por el juez del STF Gilmar Mendes, declarado opositor que anuló la designación como jefe de ministros de la presidenta Dilma Rousseff, por considerarla un salvoconducto para ganar fueros y evitar ser investigado por Moro, juez federal de Curitiba, capital del estado sureño Paraná. La presentación del hábeas corpus para que la jurisdicción no regrese por el momento a la primera instancia –hasta que se acepte el nombramiento de Lula– fue realizada por abogados defensores de Lula y juristas de renombre como Celso Bandeira de Mello, Weida Zancaner, Fabio Konder Comparato, Pedro Serrano, Rafael Valim y Juarez Cirino dos Santos.

Según señalaron allegados al ex presidente, aunque Lula debe esperar una decisión de otro miembro de la Corte o de una reunión extraordinaria del STF que le permita asumir el cargo, esta semana se dedicará a mantener contactos políticos que le permitan revertir la sangría de aliados en el Congreso y evitar que se apruebe el juicio político contra Rousseff. El 4 de este mes, por orden de Moro, Lula y su familia fueron llevados por la fuerza a declarar, acción que levantó una ola de repudio en las calles por parte de movimientos sociales y del PT.

En un comunicado difundido en las últimas horas, el Instituto Lula señaló que el ex presidente no fue acusado de ningún crimen, “incluso después de haber sido sometido en los últimos meses a una verdadera invasión de su vida privada y a intimidaciones”. El organismo, voz pública del ex jefe de Estado, también denunció que existe un acoso mediático contra el ex líder sindical y dirigente del Partido de los Trabajadores (PT). Los abogados piden que el presidente de la Corte Suprema levante el bloqueo de la designación de Lula como ministro.

Si bien el pedido de hábeas corpus volvió a manos de Moro, para el Instituto Lula él es responsable de buena parte del hostigamiento judicial que pesa sobre las espaldas del ex mandatario. Lula y su familia, afirma el comunicado, fueron “sometidos a métodos no jurídicos y antidemocráticos de investigación, intimidación y difamación”. El magistrado no vaciló en divulgar una conversación telefónica pinchada entre Lula y Rousseff, que fue interpretada como una señal de que el nombramiento era una táctica para que su caso pasara a la Corte Suprema.

Además, el Instituto Lula denunció “filtraciones ilegales, declaraciones irresponsables de las autoridades, falsas delaciones y la invasión sistemática de la privacidad del ex jefe de Estado”, en lo que calificaron como “una vergonzosa complicidad entre medios de comunicación y agentes facciosos del Estado”. El instituto, dirigido por el ex presidente y que actúa como su portavoz, confirmó que el ex mandatario se encuentra en San Pablo, donde llegó el viernes para participar en una manifestación en apoyo al Gobierno.

La entidad, sin embargo, no precisó si Lula tenía pensado viajar ayer a Brasilia. Según medios locales, el ex presidente pretende reunirse esta semana con el vicepresidente Michel Temer, que se encontraba ayer en San Pablo, para analizar la situación del Gobierno y para capitanear una estrategia que impida la ruptura con el PMDB.

El máximo tribunal tiene previsto realizar su próximo plenario el 30 de marzo y los abogados de Lula pidieron un hábeas corpus para que su cliente no pueda ser detenido en ese lapso. Un día antes, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), fuerza de Temer, realizará un encuentro en el que la comisión directiva nacional decidirá si rompe o no con el Ejecutivo de la presidenta Rousseff, salida defendida por sectores disidentes de esa formación.

Al menos 150 personas se concentraron a las 4.30 hora local de San Pablo frente a la residencia que Lula tiene en la localidad de Sao Bernardo dos Campos, para demostrar su solidaridad con el ex jefe de Estado. El PT movilizó a sus bases el viernes, en protestas que según la policía convocaron a 270.000 manifestantes (1,2 millón según los organizadores), y en las que se denunció intento de golpe de Estado.