Sábado, 16 de julio de 2016 | Hoy
EL MUNDO › UN GRUPO DE MILITARES TOMO EDIFICIOS Y DECLARO HABER ASUMIDO EL PODER EN TURQUIA, PERO CHOCO CON LA RESISTENCIA POPULAR
En medio de una gran confusión pudo saberse que el presidente y el primer ministro de Turquía anunciaron que resistirían el golpe y Obama pidió apoyo para las autoridades electas. Hubo disparos, corridas y diecisiete policías muertos.
Un grupo de golpistas del ejército anunció ayer haber tomado el poder en Turquía. Los golpistas decretaron un toque de queda y ley marcial luego de haber tomado algunos edificios como el palacio presidencial, el canal de televisión público y el aeropuerto internacional Atartuk, pero al cierre des esta edición parecía que las autoridades electas retomaban el control del país y los golpistas se encontraban a la defensiva. El presidente islamista conservador Recep Tayyp Erdogan llamó a la población a salir a la calle a defender el régimen electoral y en las primeras horas del sábado se presentó en Estambul, asegurando que controlaba la situación y que el intento de terminar con la democracia “le costaría mucho a los golpistas”. Su presencia en el aeropuerto internacional temporariamente controlado por los militares golpistas fue leida por la población como una señal de que el golpe no prosperaría y a última hora surgieron versiones de que los cabecillas del golpe habían sido detenidos. Según imásgenes capatadas por reporteros gráficos de agencias internacionales el ejército disparó munción viva contra manifestantes pacíficos en plazas de Estambul, causando un número no determinado de víctimas fatales por heridas de bala.
La situación ayer era confusa en el país y en particular en Ankara, la capital turca, donde a anochecer se escuchó una fuerte explosión de origen desconocido. Minutos después, se informó que diecisiete policías murieron a causa de una explosión reportada en una sede de la fuerza de seguridad en Ankara. CNN-Türk informó que la explosión ocurrió en el distrito de Golbasi, una de las zonas donde se vieron enfrentamientos con disparos de armas de fuego entre efectivos militares. Las autoridades no habían difundido ninguna información oficial sobre la existencia de muertos ni heridos durante las refriegas, ni tampoco confirmaron la versión de la emisora turca. En la zona de la explosión que dejó las 17 víctimas mortales también se reportó la caída de un helicóptero que al parecer era utilizado por los golpistas.
Erdogan intervino por televisión para denunciar el levantamiento de una minoría en el ejército y exhortó a los turcos a congregarse en plazas públicas y aeropuertos para resistir frente al intento de golpe de Estado. “Insto a nuestra gente, a todo el mundo, a que llene las plazas del país para darle (al Ejército) la respuesta necesaria”, manifestó Erdogan.
En declaraciones telefónicas a la cadena CNN-Türk, se mostró confiado: “No creo para nada que estos golpistas vayan a tener éxito’’, dijo y prometió una respuesta muy fuerte. “Tarde o temprano será eliminado (el golpe). Voy a volver a Ankara”, agregó el presidente, quien se encontraba de vacaciones fuera de la capital en la sureña ciudad de Bodrum. “Van a recibir la respuesta de la nación y van a pagar un alto precio por actuar contra la nación. No les vamos a ceder el campo. Pronto vamos a eliminar esto”, aseguró Erdogan, cuyo país es un miembro clave de la OTAN. “Yo soy el comandante en jefe. Sin mi información el ejército no puede hacer nada. He oído que el jefe de Estado Mayor está detenido. Sin embargo, no sé hasta qué punto esto es verdad”, reconoció el presidente.
Anteriormente, el primer ministro Binali Yildirim advirtió a los implicados en esta acción ilegal que pagarán un precio muy alto. Luego, el viceprimer ministro de Turquía, Veysi Kaynak declaró a CNN-Türk que el presidente estaba volando hacia Estambul. “Nuestro presidente no es alguien que se rinde. Ahora está moviéndose hacia el aeropuerto Atatürk (de Estambul)”, dijo Kaynak.
La cadena de televisión pública turca difundió un comunicado de las fuerzas armadas que imponía la ley marcial y el toque de queda en todo el territorio. “No permitiremos que el orden público se altere en Turquía. Se impuso un toque de queda en el país hasta nueva orden’’, señalaba el comunicado, firmado por el “Consejo de la paz en el país’’ que afirmaba haber tomado el control. A su vez, los golpistas publicaron un comunicado en la página web del Estado Mayor de las fuerzas armadas, explicando que habían tomado totalmente el poder. “La acción tiene como objetivo asegurar y restaurar el orden constitucional, la democracia, los derechos humanos y las libertades y que prevalezca la ley suprema’’, dijeron. “Todos nuestros acuerdos y compromisos internacionales siguen siendo válidos. Esperamos que continúen nuestras buenas relaciones con los otros países’’, añadía el texto. En tanto, el ministerio de Defensa turco desautorizó el golpe de Estado y aseguró que el comunicado leído en la televisión estatal era “pirata” y que la democracia saldría victoriosa, informó la cadena NTV.
Los helicópteros sobrevolaban Ankara después del paso a baja altitud de aviones de combate. Los dos puentes que cruzan el estrecho del Bósforo en Estambul fueron cerrados parcialmente, según la televisión local. En esa ciudad, las fuerzas de seguridad bloquearon las avenidas que llevan a la plaza Taksim y la policía estaba desplegada en las calles.
En Ankara, mientras las autoridades aseguraban que mantenían el control, el Parlamento aparecía rodeado de tanques y se escuchaban disparos en los alrededores del aeropuerto y explosiones cerca del Estado mayor. Además, varios militares confiscaron las armas de los policías que guardan el palacio presidencial. Las redes sociales no funcionaban y las líneas telefónicas empezaron a fallar.
El jefe del Estado Mayor es rehén de los militares golpistas, afirmaron las televisiones y la agencia progubernamental Anatolia. “El general Hulusi Akar, jefe del Estado Mayor de las fuerzas armadas, está retenido como rehén por un grupo de militares que intentan un levantamiento’’, precisó la agencia. La cadena CNN-Türk informó también de una movilización extraordinaria delante de la sede del Estado Mayor. “El ejército turco se ha visto mucho a sí mismo como el guardián de la democracia turca”, dijo la cadena de televisión Al Jazeera. Realizaron golpes en 1960, 1971 y en 1980. También lanzó un “golpe posmoderno” en 1997, cuando los generales militares trabajaron detrás de escena para presionar el ex primer ministro Necmettin Erbakan fuera del poder.
Las noticias que llegan de Turquía preocupan a la comunidad internacional.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó ayer que “todos los partidos de Turquía deben apoyar al Gobierno democráticamente elegido”, tras el golpe de Estado que está en curso en el país euroasiático. Obama telefoneó al secretario de Estado estadounidense, John Kerry, que se encuentra en Europa, para “discutir los acontecimientos en Turquía”, informó la Casa Blanca en un comunicado.
Por su lado, la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, llamó ayer a la moderación y al respeto de las instituciones democráticas en Turquía. “En contacto constante con la delegación de la Unión Europa en Ankara y con Bruselas desde Mongolia. Llamado a la moderación y al respeto de las instituciones democráticas’’, dijo Mogherini en su cuenta de Twitter.
Turquía se encuentra dividida políticamente entre el presidente Erdogan y el Partido de Trabajadores del Kurdistán (PKK), que han lanzando varios ataques mortales. El Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) de Erdogan, con raíces en el islamismo, siempre ha tenido una relación tensa con los militares y nacionalistas en un estado que fue fundado en principios seculares después de la Primera Guerra Mundial. Además, Turquía es sede de dos millones de refugiados sirios y la plataforma de lanzamiento para la mayor afluencia de inmigrantes a Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
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