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La canciller alemana Angela Merkel perdió ayer los comicios regionales de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, donde se encuentra su distrito electoral, frente al partido de derecha Alternativa para Alemania (AfD).

El éxito de AfD, apoyado en un discurso ultranacionalista de rechazo a los refugiados e inmigrantes, se consolidó en las urnas apenas un año después de que Merkel abriera las fronteras para que entren cientos de miles de solicitantes de asilo, atrapados en una Hungría cada vez más reaccionaria. Como segunda fuerza, la AfD, que se presentó por vez primera en las elecciones regionales de este estado, no sólo quitó votos al oficialismo conservador, sino que además arrebató al aún más ultraderechista Partido Nacional Democrático (NPD) los únicos escaños que tenía en el parlamento de un estado federado.

Desde las filas del partido de Merkel reconocieron el retroceso y aseguraron que los resultados reflejan el “descontento y el voto de protesta” de los electores.

“Esto estaría aparentemente relacionado, en gran medida, con el debate sobre refugiados. Este resultado y el fuerte apoyo que recibió Alternativa para Alemania es amargo para nosotros”, dijo el secretario general de la CDU, Peter Tauber. Algunos expertos coinciden con ese análisis.

“La protesta a la apertura de fronteras se mantiene. Este también es un test a la candidatura de Merkel”, indicó el politólogo Hans Rudolf Korte.