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Una marcha de blanquitos
Opositores y seguidores del presidente Hugo Chávez regresaron ayer masivamente a las calles de Caracas, esta vez sin crear incidentes, unos –quien los chavistas estigmatizan como “blanquitos” (foto)– para exigir un referendo contra el gobernante y otros para impedirles acercarse a la sede del gobierno. Seis columnas humanas procedentes de diferentes zonas caraqueñas concentraron a una gran multitud opositora en una avenida próxima al centro de la ciudad, donde los opositores exigieron “votos y no balas” y levantaron una tarima engalanada con una bandera de Venezuela manchada de sangre. A una distancia de cerca de un kilómetro de la tarima opositora, una protección popular y militar al palacio presidencial de Miraflores fue disimulada con un “megamercado” con asistencia de cientos de seguidores de Chávez.