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Fue un día de gran festejo, alegría y algarabía popular en la tradicional Puerta del Sol, en pleno centro de Madrid. José Luis Rodríguez Zapatero, el flamante primer ministro socialista español, no sólo confirmaba que España retiraría sus tropas de Irak en el corto plazo –el 30 de junio, como había prometido en su campaña electoral– sino antes, en sólo 50, en la primera semana de junio, lo que el canciller egipcio –quizás en una expresión de deseos– abrevió sólo a 15. Con esto, Zapatero se desliga del compromiso inicial de esperar hasta el 30 de junio, fecha de traslado hipotético del poder de EE.UU. a una nueva administración iraquí, y deja cada vez más aislada a la ocupación angloamericana. Cientos de personas festejaron el anuncio. Eso no era demasiado raro: España fue el país popularmente más opuesto a la intervención en Irak, con un 91 por ciento de la opinión pública en contra. En otras palabras, la coalición armada por EE.UU. empieza a deshacerse.
El plan de repatriación de las tropas españolas fue aprobado ayer en el primer día de gobierno del nuevo presidente del Ejecutivo español, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, y fue ampliamente celebrado en todo el país. España podría tardar unos cincuenta días en repatriar a los 1432 militares desplegados en Irak según señalaron ayer fuentes gubernamentales que pidieron el anonimato. Esta decisión fue comunicada hace al menos quince días a una docena de países aliados, así como a naciones que participan en la coalición internacional dirigida por Estados Unidos en Irak. Una fuente de la Cancillería egipcia afirmó que el retiro se realizará en 15 días.
Estados Unidos manifestó no estar sorprendido y restó importancia a la decisión. El nuevo ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, se reunirá el miércoles en Washington con su homólogo norteamericano, Colin Powell. El canciller español reiterará el firme compromiso de España con la lucha antiterrorista y la voluntad de Madrid de seguir siendo uno de los principales aliados de Estados Unidos en esa materia. En este contexto, el viaje de Moratinos a Washington será un difícil ejercicio diplomático, ya que deberá explicar por una parte la decisión de retirar las tropas y por otra lograr que las excelentes relaciones hispano-americanas bajo la presidencia de Aznar no se deterioren mucho. Moratinos manifestará la determinación española de contribuir en la reconstrucción de Irak, al regreso a la estabilidad y a la democratización del país, y propondrá para ello fórmulas alternativas al retiro de los 1300 militares españoles.
La Casa Blanca pidió a España que la retirada de sus tropas se realice “de manera coordinada, responsable y ordenada”. Un portavoz de la Casa Blanca afirmó que Washington esperaba la decisión y aseguró que la salida de las tropas no afectará “a la estrecha cooperación con España, aliado en la OTAN, en la lucha contra el terrorismo”, ni a la unidad de la coalición de “más de 30 países” en Irak. La consejera de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Condoleezza Rice, dijo también que esperaba la retirada, en una medida que, en su opinión, no afectará a la coalición. Rice afirmó que, pese al eventual regreso a casa de los 1300 soldados españoles, “todavía habrá una coalición vibrante y fuerte sobre el terreno”, y que la operación de reconstrucción de Irak seguirá siendo un esfuerzo compartido de la comunidad internacional.
El ministro polaco de Defensa, Jerzy Szmajdzinski, en cambio, manifestó su sorpresa ante el anuncio de una rápida retirada de las tropas españolas de Irak. Agregó que Varsovia espera cubrir el hueco dejado por los soldados españoles con otras fuerzas u otra fórmula. “De lo que estamos seguros es de que Polonia no podría rellenar el agujero con soldados propios, porque el contingente de 2400 hombres que ahora mantiene en Irak es el máximo que puede tener en ese país”, dijo Szmajdzinski.
Un responsable de la Cancillería egipcia anunció que el plazo para el retiro es de 15 días, refiriéndose a una información transmitida por el diplomático europeo Miguel Angel Moratinos con el canciller egipcio Ahmad Maher.
El ministro francés de Exteriores, Michel Barnier, afirmó en París que el anuncio de la retirada inmediata de las tropas españolas en Irak es “la decisión de un gobierno soberano”. Barnier agregó que el próximo jueves se reunirá en Madrid con el nuevo titular de Exteriores. El gobierno de Honduras decidirá en “corto plazo” el futuro de su contingente militar que está apoyando las misiones de paz en Irak, dijo el canciller Leónidas Rosa Bautista. El contingente hondureño, junto con tropas de El Salvador y República Dominicana, es parte de la brigada internacional “Plus Ultra”, que comanda el ejército español, y que tiene su base en la ciudad de Nayaf, al sur de Irak. Honduras mantiene actualmente en Irak una tropa de 370 oficiales y soldados que apoyan las misiones de paz y reconstrucción ordenadas por la ONU.
Varios cientos de personas se reunieron ayer por la noche en el centro de Madrid en la Puerta del Sol, entre quienes figuraron la actriz Pilar Bardem, el productor Elías Querejeta y Gaspar Llamazares, líder de Izquierda Unida, IU, para festejar el anuncio del regreso de las tropas españolas de Irak, una promesa electoral de Rodríguez Zapatero. Enarbolando pancartas con la palabra “Paz”, los manifestantes saludaron el anuncio del regreso de los soldados españoles, al tiempo que corearon lemas a favor de la retirada de todas las tropas extranjeras de Irak. Desde que se inició la presencia de las tropas españolas en territorio iraquí el pasado mes de julio, un total de once españoles, pertenecientes a diferentes cuerpos de la seguridad del Estado, han muerto en diversos incidentes.