EL MUNDO › BREMER DICE AHORA QUE EL 30 DE JUNIO NO ES SUFICIENTE
Un virrey parecido a Hamlet
Puede tratarse de un vuelco político fundamental en la posición de Estados Unidos en la guerra. Puede ser una declaración sacada de contexto de un funcionario estadounidense o puede ser una frase mal dicha. Lo cierto es que según la agencia EFE y el diario The New York Times, el administrador civil en Irak, Paul Bremer, afirmó ayer que las fuerzas iraquíes no tendrán la capacidad de asumir las tareas de seguridad cuando se produzca la transferencia de poder el próximo 30 de junio. Bremer destacó que “está claro que las fuerzas iraquíes no podrán, por sí mismas, hacer frente a estas amenazas a partir del 30 de junio, cuando un gobierno iraquí asuma la soberanía” del país (sic). Lo que es más llamativo del caso es que Bush ha reiterado taxativamente esta semana que Estados Unidos se retirará el 30 de junio, lo cual es visto como una movida electoral para su reelección.
“Los acontecimientos de las dos últimas semanas demuestran que Irak todavía afronta amenazas de seguridad y necesita ayuda del exterior para hacerles frente”, señaló el funcionario. Recordó que “a principios de mes los enemigos de la democracia asaltaron comisarías de la policía iraquí y tomaron edificios públicos en muchas zonas del país” y que “las fuerzas iraquíes fueron incapaces de detenerlos”. El retiro del 30 de junio no iba a ser un verdadero retiro. Estados Unidos iba a entregar simbólicamente el poder a un nuevo consejo gobernante iraquí. Estados Unidos iba a dejarles las comisarías y ellos se iban a retirar a sus fortalezas en el desierto. Donald Rumsfeld, el secretario de Defensa norteamericano, llegó a afirmar incluso que la presencia norteamericana en Irak duraría muchos años, lo que fue respaldado por altos oficiales estadounidenses en el terreno, como el general John Abizaid, jefe del Comando Central (Centcom), que dirige las operaciones en la zona. La promesa de traspaso del poder el 30 de junio precipitó ataques contra los norteamericanos por parte de los iraquíes quienes olieron las debilidades de sus ocupantes. Lo cierto es que hubo una escalada de violencia en Irak. En un intento por poner fin a los ataques guerrilleros sobre sus líneas de suministro, Estados Unidos prohibió ayer el tránsito civil sobre algunas de las autopistas más utilizadas y declaró que abrirá fuego sobre cualquier vehículo que no sea del ejército estadounidense. De esta forma, los iraquíes no podrán utilizar las autopistas al sur y al norte de Bagdad, fundamentales para la economía del país, donde los rebeldes han lanzado frecuentes ataques. Las principales carreteras a Turquía, Jordania y Kuwait serán cerradas.
Mientras tanto, la rebelión continúa expandiéndose. Al menos 10 soldados norteamericanos murieron en combate en las últimas 24 horas en Irak mientras que diez iraquíes, entre civiles y rebeldes, murieron. Cinco marines estadounidenses perdieron la vida en combates con rebeldes iraquíes el sábado en Hussaibá, cerca de la frontera con Siria. Este ataque es importante porque demuestra que los rebeldes están operando con más combatientes que antes y están buscando aliviar la presión sobre Faluja donde continúa una dudosa tregua.
El comando militar norteamericano en Bagdad se mostró preocupado ante los ataques repetidos a los convoys de camiones resultando en la falta de abastecimiento de provisiones. Esta es una de las razones por las cuales necesita 20.000 soldados más. Los civiles que trabajan para la Autoridad Provisional de la Coalición en la fuertemente custodiada “Zona Verde” en Bagdad posiblemente tendrán que racionar su comida.
El objetivo de prohibir el tránsito civil aparentemente es para permitir que las tropas norteamericanas puedan abrir fuego sobre cualquiera en las autopistas, exceptuando sus propios soldados. Las bombas camineras han causado enormes pérdidas en el último año. “Los civiles que intenten conducir sobre estas autopistas serán considerados fuerzas anticoalición y se arriesgan a ser atacados”, anunció ayer el ejército norteamericano. También dijo que reparará las autopistas, pero que el objetivo de cerrarlas es reservarlas exclusivamente para el tránsito militar.