EL MUNDO
Esa costumbre del coche bomba
Por A. E. *
Desde Bagdad
Al menos nueve personas resultaron muertas y unas 37 heridas ayer, cuando un suicida hizo estallar un coche bomba en Jalis, 20 kilómetros al norte de Baba. El atentado, el más letal desde la recuperación de la soberanía por los iraquíes, se dirigió contra la casa donde se celebraba el funeral por dos familiares de un político local asesinado el pasado domingo. Es el último episodio de violencia política que las autoridades atribuyen a terroristas extranjeros. Otro ataque fue lanzado contra un gasoducto del norte de Irak que alimentaba a varias centrales eléctricas. La única buena noticia del día fue la confirmación de la puesta en libertad del cabo Wasef Ali Hasun, tras 16 días de secuestro. Este marine norteamericano de origen libanés desapareció el pasado 20 de junio de su cuartel en Faluja y desde entonces se ha temido por su vida, ya que un sitio web islamista llegó a anunciar su decapitación.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.